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domingo, 23 de junio de 2013

Árboles y flores - Dibujos con tintas

   Aunque últimamente he hecho algunos dibujos, la falta de tiempo ha retrasado su entrada en el blog. Con el verano, recuperaremos el ritmo habitual. Se trata, una vez más, de dibujos y bocetos con tintas, plumas estilográficas y pincel. Es el primero una maceta con mi cabellera de Venus, (Adiantum capillus-Veneris), que tan bien crece en fuentes y cascadas y tan mal en mi casa. Es un helecho de hojas delicadísimas que he intentado dibujar con tres tintas: Saphire azul de Pelikan, Parfumée Orange de Herbin y Musk green de Stipula.
   La siguiente es un paisaje imaginario, con esas mismas tintas, a las que se  han añadido la marrón de Stípula, Evergreen de Diamine y Burdeos de Montblanc. El papel utilizado es para grabado, poco encolado y que permite obtener esos difuminados en las tintas en húmedo. Tras su secado, algunos detalles con el pincel, intentando no excedernos en detalles. 
   Tambien con estas tintas, uno de los bocetos que hice de la cascada de la cueva de Los Chorros en Riópar, Albacete. También se ha usado negro, en este caso de cartuchos marca Schneider. Una vez seco, se han sacado blancos con una plumilla mojada en lejía. Tengo que probar más ese recurso, un tanto herético.
   En vivo, en la Marina (Alicante), unos apuntes de árboles con pluma Lamy y tinta Carbon Ink de Platinum, indeleble. Me ha costado comprar esta tinta, que tuve que pedir a Japón, harto de no encontrarla en ningún sitio, como me pasa con la Sailor de registrador. Una vez seca, permite baños de acuarela o tintas que no alteran el dibujo inicial. Pocos colores, tintas marrón, azul y verde mojando el pincel en la estilográfica.
   Con las mismas tintas y papel ya citados, colores cargados cada una en una estilográfica, se hizo este dibujo del que se muetran tres pasos. Bloc de papel Fabriano Studio 300 gr. de 18x24 cm. El dibujo inicial ya utiliza casi todas las plumas, dibujando cada cosa en su color, incluso superponiendo ya colores que se mezclarán después con el pincel mojado en agua limpia:
  Este es el rápido resultado al diluir y mezclar las tintas aplicadas en el primer paso:
   Por último se añaden algunos detalles insistiendo con las plumas en diversos lugares o aplicando baños de tintas diluidas mojando en la pluma correspondiente. Para terminar, unos detalles blancos con plumilla y lejía.
   Volvemos a la pluma Lamy con tinta Platinum Carbon Ink, indeleble. Dibujo sentado en una cafetería en la esquina de mi casa, dibujando la fuente que da nombre a este lugar de Albacete y a la cafetería. Aunque hay muchas más fuentes en mi ciudad, más antiguas, más modernas, mayores y menores, cuando decimos "la fuente", nos referimos a ésta. Luego le di baños de acuarela en casa. Desde mi ventana puedo ver la mitad de la fuente, pero no los primeros árboles del parque.
   Mismo papel, mismas tintas y también pinos de las dunas de La Marina. Se muestran varios pasos, con el proceso parecido al anterior. Varía únicamente en que el dibujo base se hizo con tinta Platinum indeleble, añadiendo algunos toques con unas tintas que no lo son. Al pasar el pincel mojado, se mezclan y diluyen estas últimas, permaneciendo inalterado lo que se dibujó en negro.


   Vamos añadiendo detalles en húmedo o, esperando un poco, superponiendo en seco otras capas de color.
   Este apunte de otro árbol de La Marina, se inició con pincel directamente, sin dibujo previo, procurando dejar en negativo lo que sería el tronco del árbol y sus principales ramas. A base de manchas de color se va definiendo algo más la estructura del árbol, sus sombras, sacando algunas ramas raspando la pintura mientras está mojada. Ya en seco, algunos últimos detalles.


jueves, 28 de febrero de 2013

Dibujos con tintas - Pinceles Escoda - Garzapapel


    Seguimos con las tintas. En esta ocasión, empezamos con otra tinta de mi amigo Carlos: marrón carmelita. Resulta que esta tinta se compra en la farmacia, pues se trata de permanganato potásico poco diluido. Luego os contaré mis pruebas con Betadine, que esa es otra. Esta tinta, la carmelita, además de tener un hermoso color, es desinfectante, (para eso diluida a 1:20.000). De color violeta cuando se aplica, se va oxidando hasta tomar ese tono cálido y transparente. Buena para escribir y algo difícil para pintar, pues como ocurre con las ferrogálicas y otras tintas de fórmula centenaria, son claras, a veces semitransparentes cuando se aplican, para verlas ir tomando vida e intensidad de forma casi mágica. Según me cuenta Carlos, era tinta apropiada para conjuros y encantamientos. Lo de "carmelita" viene, pues, del tono de los hábitos de esa piadosa orden religiosa, no le busquéis tres pies al gato.
   A plumilla, con baños de esa misma tinta diluida en diferentes grados, se ha hecho esta interpretación del David de Bernini. Que Dios me perdone. Y Bernini también. Para el fondo otra tinta de Carlos, también ferrogálica, con indigotina. Se le añadían colorantes para contrarrestar esa transparencia mientras, poco a poco, se va oxidanto y ennegreciéndose. Es el mismo principio que las ferrogálicas azul-negro de Pelikán, Parker, Montblanc y otras marcas, que van dejándose de hacer por el temor de los usuarios de caras estilográficas. Además de taninos, llevan vitriolo, (ácidos de hierro o cobre). Para eso tenemos las plumillas.
  Su uso era obligatorio para libros de contabilidad y escritos oficiales, para que no pasara como con los tickets de los supermercados, impresos de forma que se borren a las pocas semanas.
    La anterior y siguientes se han hecho con unas pocas tintas, tres o cuatro, aparte de los puntos amarillos, que es Orange de Herbin, scented ink, es decir olorosa. Diluida queda amarilla. Los verdes son Musk green de Stipula en la anterior y Montblanc de una serie especial dedicada a Jonathan Swift. En la anterior el granate es de Stípula también, en la siguiente Burdeos de Montblanc. El azul es Parker Quink y Pelikan 4001. Lógicamente el morado es una mezcla de burdeos y azul. La transparencia y delicadeza de la Parker o la Pelikan diluida es maravillosa. La Edelstein Saphire de Pelikan ya tiende a morado de por sí, con un precioso tono transparente.
   Aquí tenemos mi violeta africana, que he dibujado y pintado varias veces ahora que está en flor, antes de que se agoste, aunque estemos en marzo. También podéis ver algunos de mis pinceles, la mayoría de ellos Escoda, al menos los mejores. Delante la última incorporación, los de la serie ÚLTIMO dedicada a Fabio Cembranelli. Falta el pequeño en la foto, que es el que estoy usando. Una maravillosa fibra para sustituir a los pindeles de petit-gris. Cargan mucha agua y son tan dóciles, flexibles y suaves como la fibra natural. Asombrosos. Aunque el del número 10, ya tiene un tamaño mediano, mantiene una punta que permite trabajar en formatos pequeños. Incluso el mayor de ellos, que ya he probado también.
Helos aquí:
   Con las mismas tintas, aunque el azul es azul-negro de Montblanc, bastante antiguo el frasco y creo que es ferrogálica. Entre los verdes se ha añadido un verde de Diamine. Sigo con el Borgogna red y el Musk Green de Stipula. También algunos toques de negro Waterman. Lo novedoso para mi es el soporre. Se trata de un papel artesano fabricado en Alcoy, Garzapapel. Estoy probando unas muestras gratuitas que amablemente ofrecen y envían pidiéndolas en su página web. Lo curioso es que este papel, de 180 gr. es para dibujo, no para acuarela y las tintas diluidas, para el caso, son lo mismo. Además se ha utilizado la cara de atrás, seducido por su textura, tan agradable como la otra cara.
   Ya puestos, he probado el papel a fondo. Lo he martirizado, dando baños superpuestos en algunos lugares, raspando, borrando, levantando capas... Lo aguanta todo y, mojado, parece una tela. No se comba, cosa que no me explico en un papel de este gramaje. De todas formas, me viene a la cabeza que el reino de Valencia discute con Córdoba el honor de haber sido el primer lugar de Europa donde se fabricó papel. Traído por los árabes, ya funcionaba un taller en Xátiva en 1056, el taller de Abú Masaifa, junto a la vieja acequia. En todo caso, siglo y medio antes de que en Fabriano empezaran a fabricar papel. En Inglaterra tardaron bastante más, y no fue hasta 1490 cuando empezaron a hacerlo. En Francia en 1390, en 1586 en los Países Bajos... El papel valenciano era famoso en toda Europa y Oriente, exportando gran parte de su producción. Los ingleses eran buenos clientes y tal vez no sea casualidad que en inglés papel sea "paper", como le llamaban quienes lo fabricaban para ellos. O sea que de casta le viene al galgo, refrán apropiadísimo cuando se habla de papel. 
   No es de extrañar que en Alcoy sigan sabiendo hacer buen papel, y no sólo "papel de encigarrar", de gran importancia en Alcoy y en Capellades (Barcelona), principales lugares de producción, gran parte destinada a Nueva España. Seguramente llevan más de mil años haciéndolo.
   Bueno, pues he disfrutado mucho con este papel, que tengo que seguir probando, junto con otros dos tipos, para acuarela de 180 y 300 gramos. Si funcionan como éste, cosa de esperar, puede ser que haya encontrado mi papel. También disfruto mucho con mi guitarra Alhambra, de Muro de Alcoy, que tengo mucho tiempo. La pagué en pesetas. El aceite de la Masía El Altet, considerado por muchos el mejor del mundo, es también de la zona. Y las acuarelas Españoleto, difíciles de encontrar. Y que conste que soy de Albacete, no de Alcoy.

domingo, 3 de febrero de 2013

Tintas, plumas y pincel de agua - Pens & Inks


   No es afán coleccionista. Al menos no es sólo eso. No hay dos iguales y cuantas más tintas pruebas y conoces, reparas en que te faltan algunas más. De la tintas marrones ya hablé en una entrada anterior. Falta hablar de las negras, azules, rojas-granates y de algunos otros colores menos frecuentes. Ya llegaremos.
  Quien tenga interés en el tema, puede visitar el foro de tintas de Fountain pen network, donde se analizan cientos de ellas, igual que en Glenn's pens. Para relamerse. Para analizar tantas es necesario tener patrocinador que las proporcione para su examen o una cuenta corriente poco corriente, que no es mi caso.
   Verdes tengo varias. Que yo recuerde, porque no voy a ponerme ahora a buscarlas, la Waterman, Amazon de Caran D'Ache, Emerald de Parker, ya descatalogada, Fern green de Standardgraph y alguna más seguramente. Tengo que comprarme una vitrina para tenerlas juntas, a mano y verlas, sobre todo desde que les ha dado a algunos fabricantes por envasarlas en frascos de cristal de Murano y cobrar más de 30 euros por 50 cl. A 600 euros el litro. Esperemos que Chanel no se ponga a hacer tintas. 
    Las que tengo tienen hermosos y diferente colores , que por eso las compré. Pero me faltaba una más sobria, más rojiza, oliva, menos vibrante y pintureras que las que ya tengo. (La Waterman es más azulada turquesa). Bueno, pues la he encontrado. De la serie Cálamo de Stipula, llamada Moss green, verde Muschiato, es decir, verde musgo. La tengo una semana y no sé cómo he vivido 59 años sin ella. Tiene matices marrones, rojizos y se lleva de maravilla con un marrón como el Café des Îles de Herbin.
    La necesitaba porque últimamente dibujo árboles y flores con tintas y estilográficas, diluyendo luego con pincel y agua con la técnica ya explicada. Los tres dibujos anteriores llevan esa tinta, además de la marrón de Herbin y la negra de Waterman. Esta tinta no me gustaba para escribir ni dibujar porque tiende a derivar a tonos azulados cuando se diluye, lo que ha resultado maravilloso mezclada con los marrones cálidos, dando matices verdes, azulados que añaden muchas posibilidades sin aumentar el número de tintas. Para usar más de tres o cuatro, es preferible la acuarela. Las tintas proporionan tanta transparencia como ellas, pero responden diferente. Desde ahora esta tinta de Stipula me va a resultar imprescindible. 
   En el primer dibujo se ve ese efecto azulado de la Waterman diluida. En combinación con las otras dos se consiguen unos tonos armoniosos, que recuerdan algunas ilustraciones de cuentos del siglo pasado. El resultado al secar parece impreso.
   Probando estas tintas, junto con la Borgogna dark red, otra adquisición reciente, también de Stipula, intenté con escaso éxito dibujar mi violeta africana con esa tinta granate para el dorso de las hojas. Como no tenía a mano mi violeta de Waterman, pinté con acuarela las flores, aún sin terminar.
  En la fotografía anterior se ven casi todos los materiales utillizados en esta entrada. Plumas hay cuatro: de derecha a izquierda: Pelikan 200, tajo itálica con tinta verde; Pluma china con marrón Herbin, Montblanc Meisterstück con azul  Saphire de Pelikan o Quink de Parker, según los días, y Osmiroid con tajo Coperplate con tinta negra Lamy. No sale en la foto la pluma Lamy Safari con la tinta azul Waterman. El tintero Parker de la foto contiene tinta Quink, no la de la serie Penman original, de tono intensisimo, precioso, que Parker hubo de abandonar después de atascar todas las estilográficas que se acercaban a esas tintas con tendencia a espesar y secarse. Con plumilla son maravillosas. De esa serie conservo dos tinteros de verde esmeralda, uno sin estrenar y los últimos restos de un azul Saphire. Deben tener unos veinte años. Sufro al pensar que en mi casa llevan escondiéndose de mi desde entonces un tintero negro Ebony y otro marrón Moka. Antes o después daré con ellos.
  En el centro los dos pinceles utilizados: Dos Escodas maravillosos. Uno ya lo tenía hace tiempo, de petit gris con mechón largo y afilado, con la punta en un lado, no en el centro. Para las líneas más finas y determinados trazos a los que da una expresividad increíble. El otro otra reciente y afortunada incorporación: el Escoda ÚLTIMO, de la serie dedicada a Cembranelli. Perfecta sustitución del petit gris por una fibra artificial. Suave, capaz de retener tanta agua como la fibra natural a la que sustituye y con una punta que permite pintar toda la acuarela con un solo pincel. Dos maravillas de pincel, cosa habitual en Escoda.
   Animado por los tonos y mezclas conseguidos con sólo tres o cuatro tintas, me lanzo a hacer una acuarelilla, también con pocos colores. Ultramar, verde Hooker, siena tostado, amarillo y gris Payne. Otra vez a sufrir. Incapaz de parar a tiempo, tratando de separar planos, acabo donde siempre. Se ha perdido la transparencia que tenía, sin conseguir marcar planos ni distancias, ha habido que recurrir a oscurecer los verdes más de lo deseable y se ha dejado allí porque la cosa iba a peor. Recordando a la madre de Boabdil el chico, me he dicho —"Arregla con el Photoshop lo que no has sabido hacer con los pinceles". Devuelvo a algunas zonas la claridad perdida que ahora puedo bañar de ultramar sin oscurecerlo aún más, realzo otras zonas y defino la calle y el primer plano. Aún así no es lo que se pretendía. Como estas cosas se hacen para disfrutar y aprender, me reniego y amonesto a mí mismo, aunque de forma bondadosa y comprensiva y me digo, aunque sé que no, que la próxima vez no caeré en mis errores habituales.

domingo, 15 de julio de 2012

Tintas de color marrón - DIBUJOS


   Al parecer, conseguir que una tinta que se vende y etiqueta como marrón o siena, lo sea realmente,  parece ser algo verdaderamente difícil. Con las tintas negras ocurre algo parecido; pocas son negras de verdad. En el presente artículo pruebo nueve tipos de tinta marrón de distintos fabricantes con resultados poco satisfactorios en la mayor parte de los casos. Me refiero a la búsqueda de "mi marrón", pues todas las tintas analizadas son de muy buen a calidad, algunas de ellas extraordinarias.
  En páginas sobre plumas estilográficas analizan muchos tipos de tintas, pero con los criterios referidos a la escritura, aunque también importantes para el dibujo: fluidez, tiempo de secado, permanencia, bleeding (Absorción excesiva, que traspasa el papel hasta la otra cara), feathering (es decir si la porosidad del papel hace que, por capilaridad, la tinta se salga del trazo expandiéndose por las fibras), sombreado (Si la tinta se acumula en algunas zonas del trazo, creando un efecto muy expresivo), etc.

   En las pruebas a que someten las tintas, valorando su permanencia, vierten agua sobre los trazos o manchas de tinta una vez seca, para ver en qué grado desaparece. También Se prueban las tintas, tal vez la forma más rápida de hacerlo, haciendo un pequeño borrón poniendo la punta de la pluma sobre una servilleta o papel muy absorbente. En los bordes muestra sus capas de color, mostrando el último círculo el color de fondo, aquel tono que predominaría si la diluímos con el pincel de agua. 
Todas las pruebas se han realizado en papel Galgo verjurado de 100 grampos. Para dibujar utilizo frecuentemente color marfil. En estas pruebas, para no alterar el color de las tintas se ha usado Galgo verjurado blanco. Es un papel extraordinario para escribir o dibujar.
   El primer dibujo se ha hecho con una tinta que no conocía y me acaban de recomentar en Papelería SANZ, la tienda donde las compro habitualmente: Tinta CALAMO de Stipula, tinta italiana rotulada como "Terra di Siena" Sepia. Es lo más parecido al marrón que he podido comprar ahora. En anterior está dibujado con tinta Montblanc de frasco de cristal, mostrado en la foto de los tinteros. Es de una serie anterior a la que ahora hay en el mercado, pues han cambiado la botella y ahora se vende como "Toffee brown". Las he probado las dos y poco varían. Vemos que, como la mayoría, cuando aplicamos el pincel de agua tiende al rojo burdeos, más cerca del magenta que del siena rojizo que busco.
   El dibujo anterior está hecho con Waterman "Havane". Como se ve, todavía se aparta más del marrón deseado. Al menos es la más barata que las anteriores, que andan por los 13 euros).
    Una tinta Montblanc que ya tengo bastantes años, es realmente marrón, aunque es una serie ya abandonada. En la foto de los tinteros podemos ver su frasco de plástico, de base ancha que permite tenerlo inclinado y 100 cl. de capacidad. Los de cristal nuevos, tienen 60. Una muestra:
   Otra Montblanc, ésta si verdaderamene marrón, de una serie llamada "Seasons Greetings" - Scented ink, en un tintero redondo precioso, aunque pequeño, debe ser de 30 cl. y es bastante caro (11,50 € hace un par de años). Tiene el color y el olor del chocolate. A la vez compré otra con color y olor a rosas, para las cartas de amor. La tengo sin estrenar, porque el amor lo tengo en casa.


  Esta tinta es italiana, marca Delta, bastante barata y con un tono interesante, mucho más cercano al marrón-sepia que las Waterman, Montblanc y otras anteriores:
   Buscando marrones, no pude evitar comprar hace unos días una tinta de Herbin color y olor de naranja. Preciosa y no excesivamente cara, pues todos los de la serie valen algo más de 6 euros. Las hay color —y olor— de lavanda, manzana, violeta, rosa y naranja). Para mezclar, aclarar y calentar el color de otros marrones o para utilizarla sola, pues es bastante cubriente.
    Con lo que cuestan algunos tinteros puede hacerse uno un barril de 16 arrobas de nogalina, aunque no sea tan fluida, tan pura ni segura como las otras. Desde luego es para usar con plumilla o pincel, nunca con una esilográfica. Un Parallel Pen si la admite, aunque eso admite hasta el caldo de la remolacha, que por cierto he de probar ahora que me ha venido a la cabeza. Este es su color, que uso mucho:
    También utilizo acuarela líquida, con pincel, plumilla o cálamo. Por ejemplo ésta de Vallejo marrón oscuro, sepia o similar. Viene rotulado con el número 650, pues hay otro marrón, que ahora no encuentro.
   Compré un tintero de tinta china marrón Vallejo (India Ink - Sepia). Es muy densa, cristaliza en el fondo y hay que agittar y disolver cada vez que se usa. Muy pastosa y debe estar hecha de anilinas. No me acaba de gustar. Desde luego nada que ver con las anteriores. Una vez aplicada, seca rápido y el pincel de agua tiene menos efecto. Para sombrear y detallar con plumilla o pincel puede valer, al menos hasta que se me acabe, porque nunca volveré a comprar.
   Utilizo mucho una tinta marrón en cartuchos. No tiene marca, la compro por internet, bastante barata, y tiene un color marrón siena rojizo que me gusta mucho. Muchos de los dibujos que he mostrado en el blog estaban hechos con esa tinta que, por cierto, se me ha acabado. Por ejemplo:
   Hay una tinta Parker que compré hace bastantes años de la serie Penman, ya descatalogada. Sé que está en casa, con su caja y todo. No consigo encontrarla, y sufro. Debe andar por ahí, en algún cajón. Había en esa abandonada serie un negro (Ebony), el azul (Sapphire blue), un verde esmeralda (Emerald green) y ese marrón, (Mocca Brown), intensos y maravillosos. Tengo los tres últimos. Del verde, llegué a comprar un segundo frasco, que está casi entero. Tan espesos eran que tuvieron que suspender la fabricación porque atascaban las estilográficas que daba gloria. Pero el color era espectacular. Veo que en ebay se pagan precios bastantes altos por las pocas que quedan por ahí.
   Tengo varias tintas negras y azules, violetas, rojas, rosas, pero salvo el negro (cinco o seis marcas), ningún color con variedad suficiente para hacer un análisis parecido. Con el precio que llevan las tintas, para juntas siete u ocho hacen falta 100 euros. Como con la paga extra de Navidad no va a poder ser, dejaremos por ahora estos caros análisis.