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jueves, 5 de marzo de 2015

CONTRERAS - Acuarela - Paso a paso


   En esta ocasión otro paso a paso sobre una acuarela de un paraje cercano al embalse de Contreras de donde guardo unas fotos hechas hace unos años de una visita a la casa de postas, la presa y las obras del viaducto y tendido del tren de alta velocidad. Un alarde de ingeniería.
   Se ha utilizado un papel inédito para mí, aunque hace años que conocía su existencia, el que fabrica en Cuenca el artesano Segundo Santos Huélamo, cuyo blog, El pergamino de trapo, podéis visitar aquí para conocer sus papeles y sus ediciones, verdaderas joyas. Artesano papelero, impresor, editor, encuadernador... Merece la pena ver sus obras. 
   El papel que yo he utilizado es excelente, con sus particularidades, como todos los papeles artesanos, de grano suave y ondulado, que toma bien los baños, permite detalles nítidos, y no es especialmente problemático. Como otros papeles, para trabajos en húmedo habría que humedecerlo previamente pues se comba ligeramente si no se sujeta por los cuatro extremos, ya que el que he probado no es demasiado grueso. Me ha gustado mucho.

   Dibujo inicial a lápiz, situando los elementos más importantes, aunque sin entrar en excesivos detalles. El color empezamos a aplicarlo en seco, aunque con suficiente agua en el pincel para permitir que se vayan fundiendo y mezclando en el papel. Se seca con relativa rapidez y vemos que incluso las copas de los árboles que se aplican inmediatamente ya marcan perfiles nítidos de seco sobre seco. El cielo con cobalto y los árboles con tierra verde, el mismo azul y algo de viridiana muy diluido. Ocre dorado y sombra natural para las primeras manchas del suelo.
   Azul ultramar para las paredes en sombra, algo más oscuras y mezcladas con carmín de alizarina y siena tostada para las sombras más intensas y la carretera. Con alizarina y siena, mezcladas en distinta proporción, tejados, sombras en el suelo en algunas zonas, intentando ir sugiriendo la vegetación del primer plano. Casi todos los pigmentos son de Kremer.
    Con esos mismos colores utilizados hasta ahora, más intensos y con la adición del verde de jadeíta de Daniel Smith seguimos reforzando sombras y añadiendo ciertos detalles, intentando ser moderados en ello. Las sombras de los pretiles de la carretera, a contraluz, mezcla de ultramar y siena tostada, igual que algunas otras sombras.
   Se añaden algunas manchas de los verdes ya usados, oscurecidos con ultramar, índigo o siena tostada para diferenciar los árboles del fondo. Igualmente se añaden las sombras de los árboles sobre la carretera o de los pretiles sobre el primer plano con ultramar, índigo y algo de aliarina, en distintas proporciones. Como se hace la foto al mismo terminar, algo húmeda todavía, es de esperar que se aclare bastante al secar, con lo que debe mejorar, pues siempre llegamos a ese punto en que nos arrepentimos de no haber dado por terminado el trabajo antes, ya que la transparencia, la espontaneidad y la luz desaparecen rápidamente y, en este y en muchos casos, cuando estamos terminando nos queda el mal gusto en la boca de que unos minutos antes estaba mejor, que lo que hemos sumado no ha hecho más que restar. Estamos aprendiendo.

miércoles, 28 de enero de 2015

Cumpleaños y 4º aniversario del blog

Aranjuez
     No hay nada mejor —o peor— que no tener prisa para que el tiempo pase pronto. De forma que ya estamos por el 4º aniversario de mi blog, que se superpone a mi propio cumpleaños, 61 tacos Myrga, cuyas hojas se han ido llenando de contenido por primera vez con cosas que más o menos he podido elegir, libre ya de agendas, obligaciones laborales y demás ataduras y condicionantes.
   Entre las cosas que hemos hecho en estos doce meses están dos viajes a Cuenca, uno de ellos para el I Encuentro de Ladrones de Cuadernos, y otros a Toledo, Aranjuez, Villanueva de los Infantes, Peñíscola, Morella, Murcia, Almería, Córdoba, Sevilla, Úbeda, Baeza, que recuerde así a bote pronto. Alicante y su costa, Calpe, La Marina, Campello, o Alcoy, Guadalest, Elche, por frecuentes, ya no se incluyen entre los viajes. Igual ocurre con las visitas breves a pueblos de Albacete como Alcaraz, Alcalá del Júcar, Peñascosa, Ayna y otros encantadores lugares. Observo mi predilección por las cuestas, a pesar de lo que me cuesta subirlas, pero tanto andando como conduciendo, me encantan las curvas, los barrancos, los montes llenos de árboles y las fuentes y arroyos. Varios miles de fotos, y docenas de dibujos y acuarelas quedan de esas excursiones. Con ellas hemos ido llenando las entradas de mi blog.
    Este mes llegaremos a las 600.000 visitas, que ya va siendo un número crecido, algo muy de agradecer a quienes dedican unos minutos a ver pinturas propias y ajenas, leer mis elucubraciones, rebuscar entre las plumillas, incluso soportar mis epístolas monacales y arcaizantes. Como la actualidad me llevaba al enfado y a la maledicencia, queriendo conservar el todo amable de este blog, he ido derivando mis iras y desahogos hacia Desconcertatus-Epistolarium, mi otro blog.
   Este abrumador número de visitas, procedentes de prácticamente todo el mundo, seguramente se multiplicaría si lo publicara en inglés, cosa que frecuentemente he pensado hacer. Por el momento no vamos en busca de records ni de beneficios económicos que, por otra parte, nada mal nos vendrían. Pero me he negado a incluir publicidad en este blog a pesar de frecuentes invitaciones a hacerlo. Bienvenidas serían si se tratase de libros, materiales de pintura y dibujo, viajes, temas culturales y otras edificantes aportaciones. Me resisto a que en medio de una entrada sobre Fortuny se incruste, fuera de mi control, un anuncio de Viagra, de un crucero, un cosmético o un vídeo sobre un tema poco relacionado con el contenido habitual de mis entradas.

    Mucho se habla de materiales en este blog, pues probar nuevas cosas e intentar sacarles el jugo es uno de mis numerosos vicios, seguramente el más caro de todos ellos. Algunos pueden llegar a pensar que estoy en la nómina de Garzapapel, Daniel Smith o Escoda, aunque no creo que hayan sospechado lo mismo respeto a Joseph Gillott, Brandauer, William Mitchell's y otros antiguos fabricantes de plumillas de las que tanto hablo, entre otras cosas porque desaparecieron hace muchos decenios. El amigo Josep Escoda me ha regalado algunos pinceles, especialmente cuando alguna nueva serie sale al mercado, generosidad que practica con muchos otros pintores que conozco. Garzapapel suele incluir como regalo algunas muestras cuando hago un pedido a la casa, incluso me ha proporcionado papeles con gramajes o encolados que están en prueba antes de decidir producirlos e incluirlos entre sus productos. En Daniel Smith se hicieron eco de mis lamentos acerca de los casi 150 euros que entre gastos de envío y aduanas hubo que sumar al coste, ya crecido, de unos cuantos tubos de sus acuarelas y me enviaron unas muestras y dot charts para que pudiera probar algunos colores más de su abrumador catálogo. Con la advertencia de que no me van a vender más, ni a mi ni a nadie, dado que ya se podrán adquirir en España sus acuarelas, por lo pronto en Barna-Art y en Artemiranda, cosa que me alegra mucho y que llevo dos años pidiendo a Daniel Smith. Por tanto, lo que utilizo lo compro, salvo estos detalles que agradezco, pues no tienen por qué hacerlo. Si de ellos hablo es porque creo que sus papeles, pinceles y pigmentos son de los mejores del mercado, si no los mejores.
    Por supuesto que utilizo otros. Normalmente no me faltan pigmentos de Rembrandt, tengo pinceles de Isabey, Windsor & Newton, chinos, japoneses, alemanes, y el papel Arches nunca he dejado ni dejaré de utilizarlo, como algunos de Fabriano, pues cada material aporta sus diferencias. Sin embargo no puedo dejar de recurrir a esos papeles, pinceles y tubos de acuarela que me encantan cuando quiero ir a lo seguro u obtener ciertos resultados.

   Estos días recibiré un pedido de Kremer, uno de los mejores fabricantes de pigmentos del mundo, dedicado a elaborarlos y suministrarlos para restauración, conservando algunas fórmulas ya abandonadas por otros. Mi curiosidad me vence y hace que me contradiga en mi intención de no arruinarme con más probaturas. Pero hay que conocer cómo se portan Schmincke, Sennelier, Holbein, Mijello...y los de Kremer era inevitable llegar a ellos. No tenemos arreglo. Ya os contaré.

   Aunque las páginas más visitadas siguen siendo las dedicadas a las plumillas, tanto a sus clases y su historia como a las obras de grandes dibujantes o grabadores, me satisface descubrir que unas 20.000 personas han visto una entrada dedicada a acuarelas de flores, casi todas de Laurentino Martí y Geoffrey Wynne, dos de mis acuarelistas preferidos, 15.000 la dedicada a Hokusay y muchos miles las que trataban sobre las obras en papel de Rembrandt, Van Gogh, Guan Weixing, David Roberts, Ozulay o de acuarelistas y dibujantes españoles no demasiado conocidos como Villaamil, José Jiménez de Aranda, Antonio María Fabrés y Costa, Ortego, entre otros.
   Pendientes están Fortuny, Geoffrey Wynne, Seago, Sargent, Wyeth, Winslow Homer, Requena, Alfonso Ruíz, Chien Chung Wei, Charles Reid, muchos ingleses del XIX, docenas de plumillas, cientos de libros que leer, recomendar, resumir o traducir, al menos parcialmente. O sea que faena tengo.
   De música he ido hablando a lo largo del año conforme hemos ido haciendo algo, bueno o malo, deshacer un grupo, hacer otro, festivales de los Beatles, música francesa, conciertos benéficos y maléficos, pendiente el de música italiana para mayo, y los miércoles, siempre a cenar y a tocar con mis amigos. Habrá que visitar la costa Brava, que hace tiempo que no llegamos tan arriba, un viaje probable a la feria de música de Frankfurt que se va ramificando a otros lugares y ya vamos por los 5000 kilómetros y salidas más cercanas para no apolillarnos. En fin. Ya os iré contando.

Con motivo de mi sexagésimo primer aniversario, perpetré otra epístola conmemorativa, intitulada "epístola añosa". Se puede leer en mi blog Desconcertatus, en este enlace.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Otras tintas: Bistre, índigo, nogalina, ferrogálica


   El primero de los dibujos se hizo con bistre, un medio clásico elaborado con pigmentos de Kremer, con un proceso que habrá que buscar momento para que Esteban Romay, que es quién me lo ha proporcionado y dado a conocer, nos explique aquí. Junto con la forma en que él se elabora sus acuarelas, tintas y otros medios. Siempre a partir de los pigmentos de Kremer, tal vez el mejor de los fabricantes de estos colores que siempre compramos ya fabricados. El tema tiene muchas posibilidades, aunque resulta inquietante abrir aún más el abanico de posibilidades de salir loco para un catacaldos como quien esto escribe.
   De ese tono que ya conocemos por los dibujantes y pintores clásicos, que lo utilizaban para sus esbozos previos o para geniales dibujos. Desde Da Vinci y Rembrandt, hasta Goya o Van Gogh, han utilizado este medio, y es habitual encontrar en la descripción de sus obras estos términos de bistre, sepia, albayalde o tinta de bugallas, es decir ferrogálica, hecha a partir de agallas de roble.
   También habrá que buscar un momento para asaltar a Carlos María Sánchez mi amigo y excompañero de trabajo que fabrica estas y otras tintas antiguas, de palo Campeche, indigotina, carmelita o de Sluttig & Newmann, con fórmulas antiguas. De ellas ya se han mostrado algunas pruebas en mi blog. Hermosas tintas y hermosos colores.
   Esta tinta tiene un precioso color, parecido a la nogalina, pero mas noble y seguramente más fiable. Brilla en las líneas, donde el pigmento se acumula, como la tinta china, y es transparente y hermoso en los baños diluídos. Fácil de utilizar, pues, salvo cuando se espesa y va secando en una plumilla fina.
    Para hacer esta prueba se buscó una foto antigua, en este caso de Calaceite, en Teruel. Procede de http://www.pueblos-espana.org/aragon/teruel/calaceite/Escena+antigua/. Como la foto era pequeña y bastante poco definida, las figuras, respetando más o menos la composición que es muy buena, son prácticamente inventadas, dibujadas con rapidez con la plumilla. Luego los baños más o menos diluídos aplicados con pincel.
 
   El anterior dibujo de Frankie, perrillo de mi amigo Eloy, está dibujado con grafito acuarelable, de ese fabricado en pastilla, barra o tiza de sastre por Viarco, en Portugal. Un descubrimiento para mi gracias a mi amigo Fernando Font de Gayá, que puede utilizarse como grafito normal o ser diluido tanto una vez se ha dibujado en el papel, como disolviendo previamente con el pincel el grafito y aplicarlo como si fuera acuarela. 
   En este dibujo se han hecho esas dos cosas, además de frotar, difuminar o borrar y sacar blancos en el dibujo terminado. Tiene muchas posibilidades. En este caso, prácticamente todo el dibujo se ha hecho con pincel.
   En ese otro dibujo, se ha utilizado nogalina. También una tinta negra ferrogálica de las de Carlos, bastante diluida, para oscurecer ciertas zonas. Puede llegar a adquirir un negro intensísimo, peligroso pues pasado cierto tiempo es cuando lo alcanza, ya que al aplicar estas tintas suelen parecer claras, casi transparentes si están recién hechas y engañar sobre cómo quedarán al final. Por eso insisto en lo de muy diluida.
    La nogalina utilizada me la regaló mi amigo José García García, y ya la tenía varios siglos en su casa, al menos muchos años. Como véis tengo la suerte de ir dando con amigos que me proporcionan tintas, pigmentos, materiales y, lo que es tan importante o más, información. Los amigos que he citado son  fuentes inagotables de sabiduría, además generosos con su ciencia, su tiempo y sus cosas. Gracias les sean dadas desde aquí.
    Con Esteban hemos hablado acerca de la permanencia de los pigmentos, acreditada en algunos, como la tinta china, las tintas ferrogálicas, y más dudosas con el bistre y aún más con la nogalina. En todo caso, durarán sin cambios muchos decenios más que nosotros. No espero, pues, reclamaciones de ningún cliente. Y menos de un museo. No pocos dibujos han ido decolorándose con el tiempo, como los de Van Gogh con cálamo, negros en sus tiempos, ahora de un encantador color sepia. También los de Rembrandt han acusado el paso de los años. Esta pátina de los siglos, por llamar de alguna forma a la decoloración que torna en ocres a los negros, con perdón, añade encanto aunque reste nitidez. Las tintas ferrogálicas no presentan ese problema, sino otro peor, pues tanteando con las proporciones de la formulación algunos salían excesivamente ácidos, a causa del sulfato ferroso, (conocido como caparrós o vitriolo) que forma parte de su composición, y pueden llegar a comerse el papel, que tampoco es problema menor. Eso lo constatamos en algunos manuscritos antiguos en los que al que hizo la tinta se le fue la mano con los peaches y hoy parecen comidos por los ratones
   También probando otro de los pigmentos de mi amigo Esteban Romay, el anterior dibujo con un hermoso índigo elaborado por él con polvos de Kremer y creo que goma laca. Mejor que él nos lo explique cuando tenga tiempo.
   Por último, unos dibujos sobre fotos que hice en las cercanías de Alcaraz hace unos días y en Cuenca en Agosto. Aquí se han utilizado tintas comerciales, de las que ya he hablado anteriormente. La amarilla es de Sailor, los verdes, el Musk green de Cálamo y Amazon de Caran d'Ache. Azul y rojo de Parker, negro de Lamy, Negro azulado Black Night de Caran d'Ache y marrón Lie de The de Herbin. Tengo que utilizarlas que tengo muchas y se secan. Además funcionan muy bien.
   En estos dibujos se han aplicado con pincel, dos Escodas Versátil. Uno plano de una pulgada y otro fino del número 6. Insisto en que son una maravilla de pinceles con una fibra artificial que hace olvidar los de marta. La mayor dificultad era que el papel utilizado es blanco y se quería dar inicialmente un baño color crema salvando las casas, que muestran el blanco del papel. Para eso hace falta un buen pincel, ancho, suave y que cargue mucha agua. Para eso está la paleta de Escoda de 1 pulgada. Las nubes también se hicieron con él, así como algunas otras manchas de color.
   Como estos dibujos usan tintas, no acuarela, todavía es más imprescindible lavar adecuadamente los pinceles al mismo terminar. Para eso, un jabón de aceite de oliva de Escoda, o cualquier otro buen jabón natural. Se quedan como la seda. Es lamentable permitir que tales pinceles, potencialmente casi eternos, lleguen a estropearse por falta de limpieza, secándose el pigmento en sus fibras delicadas.
   El papel utilizado ha sido un verjurado Mix-Media de Canson, de 300 gramos, con excepción del dibujo a grafito del perro, sobre Garzapapel de 180 gramos. Ambos papeles excelentes, cada uno para lo suyo, claro está.


jueves, 28 de febrero de 2013

Dibujos con tintas - Pinceles Escoda - Garzapapel


    Seguimos con las tintas. En esta ocasión, empezamos con otra tinta de mi amigo Carlos: marrón carmelita. Resulta que esta tinta se compra en la farmacia, pues se trata de permanganato potásico poco diluido. Luego os contaré mis pruebas con Betadine, que esa es otra. Esta tinta, la carmelita, además de tener un hermoso color, es desinfectante, (para eso diluida a 1:20.000). De color violeta cuando se aplica, se va oxidando hasta tomar ese tono cálido y transparente. Buena para escribir y algo difícil para pintar, pues como ocurre con las ferrogálicas y otras tintas de fórmula centenaria, son claras, a veces semitransparentes cuando se aplican, para verlas ir tomando vida e intensidad de forma casi mágica. Según me cuenta Carlos, era tinta apropiada para conjuros y encantamientos. Lo de "carmelita" viene, pues, del tono de los hábitos de esa piadosa orden religiosa, no le busquéis tres pies al gato.
   A plumilla, con baños de esa misma tinta diluida en diferentes grados, se ha hecho esta interpretación del David de Bernini. Que Dios me perdone. Y Bernini también. Para el fondo otra tinta de Carlos, también ferrogálica, con indigotina. Se le añadían colorantes para contrarrestar esa transparencia mientras, poco a poco, se va oxidanto y ennegreciéndose. Es el mismo principio que las ferrogálicas azul-negro de Pelikán, Parker, Montblanc y otras marcas, que van dejándose de hacer por el temor de los usuarios de caras estilográficas. Además de taninos, llevan vitriolo, (ácidos de hierro o cobre). Para eso tenemos las plumillas.
  Su uso era obligatorio para libros de contabilidad y escritos oficiales, para que no pasara como con los tickets de los supermercados, impresos de forma que se borren a las pocas semanas.
    La anterior y siguientes se han hecho con unas pocas tintas, tres o cuatro, aparte de los puntos amarillos, que es Orange de Herbin, scented ink, es decir olorosa. Diluida queda amarilla. Los verdes son Musk green de Stipula en la anterior y Montblanc de una serie especial dedicada a Jonathan Swift. En la anterior el granate es de Stípula también, en la siguiente Burdeos de Montblanc. El azul es Parker Quink y Pelikan 4001. Lógicamente el morado es una mezcla de burdeos y azul. La transparencia y delicadeza de la Parker o la Pelikan diluida es maravillosa. La Edelstein Saphire de Pelikan ya tiende a morado de por sí, con un precioso tono transparente.
   Aquí tenemos mi violeta africana, que he dibujado y pintado varias veces ahora que está en flor, antes de que se agoste, aunque estemos en marzo. También podéis ver algunos de mis pinceles, la mayoría de ellos Escoda, al menos los mejores. Delante la última incorporación, los de la serie ÚLTIMO dedicada a Fabio Cembranelli. Falta el pequeño en la foto, que es el que estoy usando. Una maravillosa fibra para sustituir a los pindeles de petit-gris. Cargan mucha agua y son tan dóciles, flexibles y suaves como la fibra natural. Asombrosos. Aunque el del número 10, ya tiene un tamaño mediano, mantiene una punta que permite trabajar en formatos pequeños. Incluso el mayor de ellos, que ya he probado también.
Helos aquí:
   Con las mismas tintas, aunque el azul es azul-negro de Montblanc, bastante antiguo el frasco y creo que es ferrogálica. Entre los verdes se ha añadido un verde de Diamine. Sigo con el Borgogna red y el Musk Green de Stipula. También algunos toques de negro Waterman. Lo novedoso para mi es el soporre. Se trata de un papel artesano fabricado en Alcoy, Garzapapel. Estoy probando unas muestras gratuitas que amablemente ofrecen y envían pidiéndolas en su página web. Lo curioso es que este papel, de 180 gr. es para dibujo, no para acuarela y las tintas diluidas, para el caso, son lo mismo. Además se ha utilizado la cara de atrás, seducido por su textura, tan agradable como la otra cara.
   Ya puestos, he probado el papel a fondo. Lo he martirizado, dando baños superpuestos en algunos lugares, raspando, borrando, levantando capas... Lo aguanta todo y, mojado, parece una tela. No se comba, cosa que no me explico en un papel de este gramaje. De todas formas, me viene a la cabeza que el reino de Valencia discute con Córdoba el honor de haber sido el primer lugar de Europa donde se fabricó papel. Traído por los árabes, ya funcionaba un taller en Xátiva en 1056, el taller de Abú Masaifa, junto a la vieja acequia. En todo caso, siglo y medio antes de que en Fabriano empezaran a fabricar papel. En Inglaterra tardaron bastante más, y no fue hasta 1490 cuando empezaron a hacerlo. En Francia en 1390, en 1586 en los Países Bajos... El papel valenciano era famoso en toda Europa y Oriente, exportando gran parte de su producción. Los ingleses eran buenos clientes y tal vez no sea casualidad que en inglés papel sea "paper", como le llamaban quienes lo fabricaban para ellos. O sea que de casta le viene al galgo, refrán apropiadísimo cuando se habla de papel. 
   No es de extrañar que en Alcoy sigan sabiendo hacer buen papel, y no sólo "papel de encigarrar", de gran importancia en Alcoy y en Capellades (Barcelona), principales lugares de producción, gran parte destinada a Nueva España. Seguramente llevan más de mil años haciéndolo.
   Bueno, pues he disfrutado mucho con este papel, que tengo que seguir probando, junto con otros dos tipos, para acuarela de 180 y 300 gramos. Si funcionan como éste, cosa de esperar, puede ser que haya encontrado mi papel. También disfruto mucho con mi guitarra Alhambra, de Muro de Alcoy, que tengo mucho tiempo. La pagué en pesetas. El aceite de la Masía El Altet, considerado por muchos el mejor del mundo, es también de la zona. Y las acuarelas Españoleto, difíciles de encontrar. Y que conste que soy de Albacete, no de Alcoy.

viernes, 6 de enero de 2012

Papel al agua - Marbled paper

Papel al agua Scrottel en la portada de un libro
    Los papeles al agua, papeles marmoleados o marbled papers, son una variedad de papeles tintados, decorados con formas que semejan las vetas naturales del mármol y otras manchas casuales, obtenidas colocando el papel sobre la pintura que se ha dispuesto sobre la superficie del agua en una cubeta, espesada con agar-agar u otro producto similar. Las pinturas utilizadas solían ser acuarela o gouache y el agua se espesaba hasta hacer una gelatina para que la pintura no se disolviera, manteniendo así las formas que se van obteniendo al depositarlas en su superficie, manipulándolas con punzones, peines y otros procedimientos. El papel se deposita sobre esta superficie coloreada, previamente tratado con algún producto que le proporcionara mordiente, facilitando la absorción uniforme de la capa de color. Humectantes, hiel de buey, óleo, trementina y otros productos eran también utilizados a veces.
Papel marmolizado en la cubierta de un libro del dibujante Meissonier
   Es un proceso complejo y delicado, en el que influyen la viscosidad del líquido usado como soporte, su tensión superficial, capilaridad, tipo de papel, composición y espesor de las pinturas... no menos que la habilidad técnica y artística del artesano que crea cada papel, que es único, pues es imposible hacer una réplica exacta.
Livius ed. Heusinger, vol. 2. Papel utilizado para la cubierta del libro

   Hasta el siglo XIX, cuando el desarrollo de la impresión en color fue relegando su demanda, era la única forma de obtener bellos papeles coloreados con que embellecer los libros, en su cubierta o en las guardas, como durante siglos se había hecho. Desde entonces se sigue utilizando para forrar otros objetos y para la encuadernación artesana, desechada ya en la producción editorial industrializada. 
    Arte floreciente en Europa y América en los siglos XVIII y XIX, fue siendo sustituida por la producción impresa. Sobre 1930 sólo unos pocos artesanos mantenían una pequeña producción. Hoy en día se ha revitalizado esta artesanía y estos hermosos papeles se pueden comprar en tiendas de materiales de encuadernación. En internet encontramos artesanos que producen y ofrecen una gran variedad de estos papeles igual que los antiguos: ammarbling:

    En Wet Canvas podemos contemplar paso a paso cómo se hacen estos papeles, materiales y equipo necesarios y algunos tipos de ellos. Si queremos una información más completa acerca de todas las variedades conocidas, que son variaciones de unas familias básicas (italiano, francés, español, turco, pluma,  pavo real...), podemos acceder a la Digital Collection de la Biblioteca de la Universidad de Washington, donde se explica nombre, época, origen, proceso y variedades de cada uno de estos maravillosos papeles. De allí se han sacado la mayoría de los que se muestran en esta entrada del blog.   
S. XIX Nonpareil pattern
   El patrón anterior es conocido con diversos nombres: nonpareil, Dutch pattern, o wide comb pattern. Éste último nombre por el instrumento utilizado para obtener tal efecto, un peine con púas separadas 15-30 mm, tras el cual se para en sentido perpendicular otro con dientes separados a 2-3 mm, según explica Miura. Cuando las púas están más separadas y sólo se ha pasado el peine en una dirección se llama Dutch pattern, a pesar de que se producía en Francia y Alemania.
S. XIX . Polnisch pattern
    Sigue la Universidad de Washington, para nombrar cada uno de estos papeles, la clasificación de autores como Maurer-Mathison,  Wolfe o de Einen Miura, autoridades en el tema. Información más exhaustiva sobre el origen y evolución de las distintas variedades de marbled papers puede encontrarse es sus libros, que podemos conocer en Google books o en Marbled Paper: Its History, Techniques, and Patterns de Richard J. Wolfe, ya citado.
Papel utilizado en las guardas de la obra "Eching and etchers", ya citada en el blog
    Como tantas otras cosas, su origen parece estar en China, donde ya se producía durante la dinastía Ming (s. XIV-XVII), aunque en Japón, el Suminagashi, otra forma de obtener papel marmoleado, parece datar del siglo X. (Sue-me-NAH-gah-she), significa literalmente "tinta flotante".
   En Turquía reaparece como un nuevo arte, con el nombre de Ebrû, o Abri en Persia, en el siglo XV. Sobre 1600 este papel era importado a Europa por los mercaderes que viajaban a oriente siguiendo la ruta de la seda. Cada artesano intentaba ocultar celosamente sus procedimientos, que siempre fueron un protegido secreto comercial, Los intentos de producir papeles similiares en diversos momentos y países ha aumentado la variedad de tipos básicos, incorporando la técnica, los materiales, procedimientos y creatividad de cada artista o artesano.
  En el papel anterior, modelo conocido como Gloster pattern, a la tinta azul se le ha añadido trementina, quebrando así la disposición de las tintas, que la repelen. Cuando el dispersante se añade a todas las tintas, se llama Stormont.
 El anterior, uno de los patrones clásicos, se llama French Curl, o snail, (caracol). De origen francés, fue muy usado en toda Europa desde 1660 hasta 1870. Fácil de obtener y de corregir y ocultar imperfecciones. Al principio grandes formas al azar, se van haciendo más pequeñas y situadas de forma más simétrica.
 
  Se llama "español", Spanish pattern, o simplemente moiré, al papel obtenido moviendo suavemente el papel, ya posado sobre las tintas en la cubeta, quedando las ondas del movimiento del líquido plasmadas en las tintas que se desplazan sobre ellas. Sólo artesanos hábiles y expertos consiguen este papel.
    S. XIX. Italian overpinted in Turkish pattern. Patrón italiano. Las manchas de tinta de una base tipo turco. redondeadas, se separan en fínas líneas como vetas de mármol al arrojar muchas gotitas de una emulsión jabonosa, de hiel de buey o grasa, que hace que las manchas iniciales se contraigan y formen esas líneas características del tipo italiano de papel mármol.
   A veces, una vez seco el papel tintado, con una base turca, es decir de manchas redondeadas separadas por finas vetas de otro color, se vuelve a realizar el proceso para dar una segunda capa superpuesta, como en el ejemplo anterior. Es usual mezclar los patrones y procedimientos. Esas venas de tinta dorada, ya en época más reciente, solían aplicarse mediante un proceso litográfico.
  Estas abigarradas formas, se obtienes tras una laboriosa disposición de manchas más o menos concéntricas de tintas distintas, movidas con peines de púas hasta obtener estos patrones. Así encontramos papeles llamados nonpareil, feather, pluma, pavo real..




Papel inglés de la época victoriana
Estas manchas redondeadas, tipo turco, que van perdiendo su forma al mezclarse con las tintas que las rodean, se llaman "shell", concha, lo que da nombre a este tipo de papeles.











En YouTube podemos ver infinidad de vídeos donde se muestran los distintos tipos y nombres de estos papeles:


O sobre el proceso para hacerlos (papel ebru, turco):



Otro ejemplo

Suminagashi Japanese Paper Marbling