En la playa del Albir, al lado de Benidorm. Por la tarde, sentado en una terraza tomando una pinta de cerveza, viendo a la gente bañarse o en el mercadillo, hice estos dos dibujos con rotulador y un tercero con lápiz. Ya voy perdiendo la vergüenza de dibujar donde hay encimarios mirando.
La verdad es que, sólo con cambiarse de silla había mil escenas y personas para dibujar. Maravilloso lugar y rato muy entretenido y productivo. Justo enfrente de mi, al lado de los puestos del mercadillo, había dos dibujantes de caricaturas y retratos.
Este último dibujo a lápiz, mientras esperábamos la cena en un restaurante a la orilla de la playa y el paseo, a unos metros del bar anterior, donde se hicieron los otros bocetos.
Ya en casa, a partir de los dibujos, unos bocetos en acuarela, en un cuaderno Venezia de Fabriano, con pincel de agua chino y pastillas de acuarela Van Gogh y Rembrandt. A pesar de que se hacen con más comodidad, sin nadie mirando y sin prisas, es evidente que cuando algo se pinta del natural, salen cosas más espontáneas y frescas, aunque el rotulador permite tan pocas correcciones como la acuarela.
Este último boceto en acuarela sale de un dibujo con rotulador sobre la sombrilla, la tumbona, el seto de baladre y los edificios al fondo en la piscina de una urbanización de la Albufereta de Alicante. Mirando hacia la derecha, se veía el mar.
Muy buenos dibujos.
ResponderEliminarEl caricaturista del Albir.
Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarLa próxima vez que vaya por el Albir, te buscaré para saludarte y a disfrutar viéndote dibujar.