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miércoles, 31 de mayo de 2023

Acuarelas mayo 2023

   Abro y cierro esta entrada con dos dibujos en cuaderno de dos rincones de Albacete. El esto son acuarelas de los árboles que he ido pintando durante el mes de mayo. Los materiales son los de costumbre y hemos dejado descansar el estudio más detallado de los verdes, que continuaremos en una próxima entrada.

 

jueves, 30 de septiembre de 2021

Escapada castellano-leonesa

   Dibujos de un recorrido por demasiados sitios en muy poco tiempo. Es normal que, cuando uno viaja, vaya dejando a lo largo de la ruta muchos lugares sin visitar. ¿Se puede pasar de largo a pocos kilómetros de Segóbriga, del monasterio de Uclés, de Urueña, de Valladolid, de Toro..? ¿Puede uno recorrer los viñedos de Valladolid, Toro, Rueda, acercarse al Bierzo, y no traer el maletero cargado de vino? Se puede, aunque no se debe. No hay nada peor que un viaje con prisas, pues deja de ser un viaje aunque uno recorra 1300 kilómetros en tres días. Una pena. Come, cena, duerme en sitios distintos, hace fotos y algunos dibujos, pero uno vuelve pesaroso de haberse dejado casi todo sin ver. Es cierto que ya se conocían algunos de estos lugares, pero demasiado cerca quedaron otros sin una simple visita.
   Rodear Madrid, luego estancias o paradas en León, Zamora, Salamanca, Ávila y Toledo, por citar solo las capitales de provincia. Aprovechando el desayuno, la cerveza o el café para hacer un dibujo en el cuaderno, terminado en el mismo sitio o después, que a veces ni dio tiempo para más. Aún quedan en los cuadernos dos o tres dibujos abocetados pendientes de terminar. Dos cuadernos, uno blanco, otro kraft marrón, una gavilla de rotuladores y una cajita de acuarelas, que esta vez llevábamos pocos apechusques, pues la cosa era previsible.
   Una tarde en León, cena con unos amigos, desayuno al día siguiente frente al Parador con tiempo para dibujarlo un par de veces, y muchos desplazamientos haciendo recados por la ciudad, pasando varias veces al lado de las murallas romanas, cuando este lugar esa sede de la Legio VI Victrix. Y salida para comer en Zamora.
    Los dos dibujos de Zamora, desde la otra orilla del Duero, se hicieron con calma, alargando la hora de comer en un paraje precioso en la orilla del río.
    Un café en Salamanca, después de recorrer algo de la ciudad, donde hay demasiadas cosas que ver para tan poco tiempo.
   Al menos paramos frente a la Universidad, que ya habíamos dibujado hace un tiempo para un encargo a partir de una foto. Recupero ahora ese dibujo acuarelado, que no publiqué en el blog en su momento. Poco ha cambiado, salvo que hoy está lleno de turistas, como casi todo en todo este recorrido.
    Las murallas de Ávila y la puerta de Toledo, dos dibujos rápidos antes de dar una vuelta por el interior de ambas ciudades sin pararnos demasiado. Luego los pondré aquí, que están sin terminar.

sábado, 28 de agosto de 2021

Agosto 2021

 

   Tres dibujos en cuaderno. Un cuaderno Hahnenmüle de papel de 140 gramos y tamaño 195x195 cm. Están dibujados con estilográficas, unas veces con tinta negra de regitrador, indeleble, acuareladas después, o con tinta marrón soluble, extendiendo con pincel y agua parte del color para sacar las sombras.
  La primera es de las plantas de casa, del balcón. Las otras dos son dos dibujos urbanos de Albacete. Nos movemos poco ahora y cuando lo hacemos, quedan algunas fotos, pero pocos dibujos. Valencia, la Albufera, Cullera y algún otro sitio quedaron sin pasar al cuaderno. Habrá que retomar las buenas costumbres.
    Una acuarela de la ventana de un amigo, a partir de una foto suya. Me gustó ese contraluz y el reto de contender con tanto verde, diferenciando las hojas de la parra del vidrio de las damajuanas. Pigmentos de Daniel Smith, como se acostumbra.


miércoles, 28 de abril de 2021

Encuentro Virtual Dibujantes Urbanos Elche

   Hemos ido varios años a Elche, de Alicante, a dibujar con los amigos. De paso siempre hemos acabado tomándonos algo, porque duraba tres días la cosa. Es un b uen lugar de encuentro, con gente cariñosa e interesante y otros amigos que vienen de trtos lugares de España. Este año, como pasó con el otoño en Jaén,m que solemos pintar en vivo, ha tenido que ser virtual la cosa, desde casa. 

   Dibujos en cuaderno, a lápiz, acuarelados, o con algunos toques de estilográfrica. He hecho cuatro, en un cuaderno de Paper Blanks que estrené hace diez años. No es que haya dibujado tan poco, se trata de que llevo demasiados cuadernos en rueda, además de alguna docena de ellos sin inaugurar. 

Estos son los dibujos, todos ellos sin salir de casa. Una estantería con libros, con unas lilas encima de loa mesa, una caja de violetas que compré en otro encuentro en El Escorial, como siempre que voya a Madrid, unos libros porque empezaba el encuentro al alba del 23 de abril, y un pedrusco de los que me traje una vez del Cabo de Gata. Hay muchos trozos de mineral o de escoria, algunas piedras volcánicas de formas y colores atractivos. Y digo hay refiriéndome al lado de la carretera, no poniéndose siqwuiera a burcar por los cerros. De pisapapeles o, si se rompe algún trozo, abono para las plantas, que tienen mucho hierro estos peñascos.


jueves, 21 de noviembre de 2019

Ávila, Segovia y La Granja

   Después de los días del Encuentro de Ladrones de Cuadernos en El Escorial, viaje de vuelta prolongando el viaje. Salimos hacia Navas del Marqués, en Ávila, un lugar que quería volver a visitar. Para despedirnos del Escorial, paramos en el Mirador dedicado a Ángel Nieto y hacemos algunas fotos con ese hermoso valle y el monasterio al fondo. De una de ellas sale esta acuarela.
     Hace muchos años, cerca de cuarenta, durante una semana estuve viviendo en un castillo, cosa que uno no hace muy a menudo. Fue en un curso sobre bibliotecas, su organización y, principalmente, de animación a la lectura. Llevaba consigo la asistencia a ese curso la dotación al colegio de un lote de 1000 libros muy seleccionados de literatura infantil y juvenil. En los centros había bofetadas por no ir, pero no se podían dejar perder esos libros. Por supuesto, me alegré mucho de haber ido. Un lujo de curso, por su contenido y por el lugar, un castillo rehabilitado, con la biblioteca en una torre, buenas compañías, y un bar cerca donde vendían un tinto que resucitaba a un muerto y quitaba los fríos, que no eran pequeños. Bueno, pasamos por las Navas del Marqués, desayunamos e hicimos algunas fotos del castillo y del entorno. También en aquella época dedicada a los libros y a la promoción de la lectura, pasamos unos días en Guadalajara cuando su biblioteca, regida por Blanca Calvo, estaba en el Palacio del Infantado. Allí eran las sesiones del curso y allí disfrutamos de una cena de despedida, en esa balconada majestuosa. Otro lujo y otros buenos recuerdos. Esta acuarela sale de una de esas fotos.
   Desde allí fuimos a Ávila, vimos su murallas, su catedral, hicimos algunos dibujos en el cuaderno, tomamos un café y nos despedimos desde el Mirador de los Cuatro Postes.
   Desde allí, a Segovia, que las distancias con muy cortas. Llegamos justo a la hora de tomar una cerveza, con la plaza llena de turistas. Abundaban los orientales, chinos, japoneses, incluso un hindú con turbante y sayones color azafrán haciéndose selfies con la catedral detrás.
   Entre trago y trago de cerveza, un dibujo de la catedral de Segovia, con estilográfica. Se quedó así, aunque después le di unas sombras con acuarela marrón.
    Después de comer, en la terraza de un restaurante en la misma plaza, tomando café y haciendo otro dibujo de lo que desde allí se veía, empezando por un trozo de catedral a la izquierda. Después de eso, seguimos viaje, deteniéndonos a admirar la vista imponente del acueducto, que fotografiamos pero no nos paramos a dibujar.
  
     Seguimos hacia la Granja de San Ildefonso, aunque siendo lunes, los lugares de Patrimonio suelen cerrar. Pero el palacio se ve rodeado de árboles majestuosos y antañones. Cedros, sequoias, incluso chopos de un tamaño inusual. Hicimos muchas fotos, que luego siempre viene bien tener de pintar. Y seguimos ruta, que el regreso a Albacete es largo.


miércoles, 5 de junio de 2019

Denia - Mayo 2019


     El castillo de Denia es inmenso y visto desde cualquier lugar da tema para pintar. En este caso es una acuarela que he hecho ya en casa. El papel es satinado, de Arches y los colores y pinceles, los de costumbre, de Daniel Smith y de Escoda. 
     Llevo un par de días haciendo probaturas con pasta de papel para dar relieve y textura a las acuarelas. En principio se me ocurrió que para los troncos de los árboles iría bien, pues permite aplicar la pasta y hacer rayaduras antes de que se haga de una pieza. Luego, al usar la acuarela, sobre todo si es un pigmento que sedimenta mucho, el color se deposita en unos lugares y se frena en otros, con lo que se resaltan esas líneas que antes habíamos hecho. Visto con luz lateral, como en la foto, parecen pinceladas con óleo y mucha carga.
   Como una cosa lleva a otra, resulta que acabamos haciendo una acuarela con textura de óleo, aprovechando una foto del castillo de Denia. No sé si merece la pena o si, ya puestos, convendría usar óleo directamente. Hace mil años que prefiero la acuarela, por su transparencia, por lo sencillo de los materiales, por usar papel como soporte, por lo fácil de la limpieza y por que no me gusta como huele el aguarrás. Como experimento está bien. Seguramente seguiré utilizando el sistema para los árboles, intentando depurar esa técnica, pero no descarto volver a trabajar más en serio este sistema al que he llegado de casualidad. Por lo pronto me gusta, sobre todo porque invita a dar otra clase de pinceladas y trabajar con manchas y poco detalle. Veremos.   

      Los amaneceres y las puestas de sol desde este lugar de la costa son espectaculares. Una acuarela sobre Arches satinado y con colores de Daniel Smith.

   En la entrada de la casa, pegada al muro y con el mar al fondo, una maceta con unos cactus en flor. Papel Arches satinado y pigmentos Daniel Smtih.

    Ya son tres años seguidos que por las mismas fechas, finales de mayo o principios de junio, pasamos unos días en Denia. Para llegar a Denia, o bien a la vuelta, suele haber paradas en Altea, Benidorm o Calpe, que es difícil pasar de largo. Una casa en la misma orilla del mar, con una terraza donde pasar las horas viendo amanecer o ponerse el sol. Llegar y salir los barcos de Balearia, otros más pequeños de pesca a media tarde, seguir con la vista a los pájaros buceando dando curvas vertiginosas persiguiendo pececillos que mucho abundan por allí. A veces les echamos pan y acuden a docenas bullendo a su alrededor y empujando la sopa de aquí para allá, compitiendo con algún cangrejo que aparece de entre las rocas. Algunos de estos cangrejos son enormes; los peces no suelen tener gran tamaño, al menos los que ser acercan tanto a la orilla.
    Siempre es una tentación intentar pintar o dibujar la transparencia del agua, las rocas del fondo y las plantas de colores brillantes, como las rocas, rojizas, blancas, ocres, con sombras fuertes a estas horas.
    También una acuarelilla con un barco de los muchos que pasan por allí, ya al atardecer.

        Es buena costumbre comer en el puerto de Calpe, con el peñón enfrente. Rara es la vez que no sacamos el cuaderno para dibujarlo de nuevo. Al menos hacerle alguna foto para pintarlo después con más calma.
    Como es el caso de esta acuarela sobre Altea. De las muchas fotos que hemos hecho allí, vuelvo ahora a pintar ese rincón, uno de los muchos que podemos encontrar en sus calles.

domingo, 29 de julio de 2018

Olivos y otros árboles

   Como siempre, sigo pintando árboles. La mayor parte de ellos son ejemplares singulares que nunca dejo de visitar cuando se ponen a tiro en algún viaje. No es la primera vez que quedar a doscientos kilómetros se considera suficientemente a tiro. Cieza, Ricote, El Maestrazgo, la sierra del Segura o Cazorla, Villajoyosa, Daimiel... Algunos otros, los menos, recurro a alguna foto o reportaje en internet o en alguno de los libros que tengo sobre árboles catalogados, guías y otras fuentes.
    La rugosidad de sus cortezas, las formas retorcidas y caprichosas, los almendros o cerezos en flor, los olivos, pinos y encinas, siempre son excusa para trabajar las texturas, las sombras, los colores, las luces. Unas veces con acuarela o tintas, pluma estilográfica o rotuladores, últimamente con lápices, pasteles sobre papeles tintados, lo que permite fuertes contrastes al utilizar el blanco.
   En esta entrada va una mezcla de todo ello, dibujos y acuarelas, casi todos de este mes de julio que ahora termina, unos in situ, los menos, los más recurriendo al arsenal de fotos que tenemos almacenado para tiempos de sequía viajera.
Árbol, montaña y nubes. Nogalina y lápiz blanco

Algarrobo de Guadalest (Alicanrte)
Cielo y ramas a partir de una foto del amigo Vilaboa, desde Galicia.

Un olivo de Cieza

Olivera gorda de Ricote, en Murcia.
Olivo centenario de Cieza.
Olivo centenario de Cieza
Olivo de Daimiel
Olivera de Villajoyosa, en Alicante
Taray de Las Tablas de Daimiel