El libro "Northern Spain", escrito e ilustrado por este acuarelista inglés de finales del siglo XIX, fue publicado en 1906 y, podemos decir que ha sido un libro de éxito, pues aún pueden encontrarse ediciones del mismo.
Su autor, sir Edgar Wigram, 6º barón de Wigram, (1864-1935), describe en la obra su viaje por la mitad norte de España, desde Talavera de la Reina a Asturias, de Cáceres a Pamplona. El texto mantiene el tono habitual en este tipo de obras, mostrando a cada momento su extrañeza ante hábitos y costumbres, comidas, horarios y formas de pensar y de comportarse diferentes a las propias.
Llega a calificar como invasión al elevado número de británicos que se desplazan a determinados países a descubrir, recoger en sus obras y disfrutar de lugares, escenas y ambientes de interés.
El destino más común de estos viajeros era el Oriente e Italia, aunque él apunta que España se consideraba y valoraba como un "eco de Oriente".
Llega a calificar como invasión al elevado número de británicos que se desplazan a determinados países a descubrir, recoger en sus obras y disfrutar de lugares, escenas y ambientes de interés.
El destino más común de estos viajeros era el Oriente e Italia, aunque él apunta que España se consideraba y valoraba como un "eco de Oriente".
Si estos escritores y pintores tenían por exóticos y pintorescos a los paisanos que conocían y que incluían en sus obras, ambientando las escenas, habría que preguntarse por la opinión que estos lugareños tendrían acerca de un baronet inglés que viajaba por España a finales del XIX en bicicleta, si hay que creer lo que en su libro se nos cuenta: (...) "his notes and sketches, as embodied in this volume, are the fruit of four successive bicycle tours".
Las perspectivas de tal viaje, según quienes antes lo realizaron, anunciaban una verdadera pesadilla. Para los pioneros, era éste un viaje difícil, incluso peligroso. La gente era anglófoba; el país, un desierto, guarida de toda pestilencia. Los caminos eran impracticables, el calor insoportable, serían comidos por las moscas y asfixiados por olor de los ajos. Para coronar tales tribulaciones, deberían aprender una lengua desconocida.
Las perspectivas de tal viaje, según quienes antes lo realizaron, anunciaban una verdadera pesadilla. Para los pioneros, era éste un viaje difícil, incluso peligroso. La gente era anglófoba; el país, un desierto, guarida de toda pestilencia. Los caminos eran impracticables, el calor insoportable, serían comidos por las moscas y asfixiados por olor de los ajos. Para coronar tales tribulaciones, deberían aprender una lengua desconocida.
Béjar - Mercado
Las acuarelas de este libro, tienen el encanto de muchas otras de su época y mismo propósito, con el valor añadido de traernos la imagen de cómo eran lugares, plazas, calles y personas de nuestros pueblos y ciudades, antes que se llenaran de altos edificios que esconden monumentos que no hubieran merecido tal compañía arquitectónica.
Segovia - Acueducto
Puede este libro ser examinado o descargado en varios lugares de la red. En cada uno de ellos, la calidad del muestreo de las imágenes varía, proporcionando un color diferente. Es conveniente verlos en todas sus versiones.
Las imágenes que aquí se muestran, parte del total de acuarelas del libro, salen del ejemplar ofrecido por la universidad de Toronto en el siguinte enlace: "Northern Spain" - Toronto University
También se puede acceder a la obra desde la Biblioteca digital de Castilla y León y leer página a página aquí.
Dado el gran número de acuarelas que el libro contiene y, deseando incluir al menos una selección generosa de ellas, se dedicará otra próxima entrada a continuar mostrando las restantes.
Ávila - Patio de una posada
Betanzos
Burgos
Burgos - Hospital del Rey
Cudillero
León - Entrada a un palacio
Bahía de Llanes
Lugo. Puerta de Santiago
Salamanca - Iglesia de San Martín
Santigo de Compostela
Zamora - Desde la orillas del Duero
Zamora - Iglesia de Santa María de Horta
Talavera de la Reina
El Tajo por Toledo
Magnífico, Pepe, estas búsquedas y hallazgod tuyos de acuarelas antiguas son todo un éxito. Mil gracias por esta labor.
ResponderEliminarMuchas gracias, José María. La verdad es que es apasionante buscar estas cosas sobre todo si, muy de vez en cuando, se encuentra algo que merezca la pena. Seguiremos en ello. Un abrazo.
ResponderEliminarExcelentes acuarelas, todo un oficio.
ResponderEliminarLa última, titulada El Tajo por Toledo, es un precioso rincón del río Tajo donde se contempla la Casa del Diamantista y a su derecha el Cerro del Bú.
Muchas gracias por tu comentario y por la información que nos das sobre esta acuarela.
ResponderEliminarEstupendo hallazgo y hermoso trabajo de divulgación. Gracias por publicarlo.
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