Con distintas grafías, Nesbett, Nisbett o Nesbit, entre otras, encontraremos en la red información sobre cerca de más de 50 miembros de esta familia británica que se han dedicado a distintas ramas del arte desde hace 300 años. El apellido, registrado en fuentes históricas desde 1139, pertenece a un clan escocés cuyos miembros, en la actualidad, se extienden por diversos lugares del mundo.
En esta ocasión, recomendamos un libro de la acuarelista Frances Emily Nesbett, nacida en Wolverhampton en 1864. No es la única de la familia en dedicarse a la acuarela, por lo que seguiremos indagando sobre estos otros artistas del clan.
Junto con su madre, realizaba un viaje anual por diversos lugares de Europa, Norte de África y Oriente Medio. En esta entrada veremos las acuarelas de su estancia en Argelia y Túnez. El libro, publicado en 1906, puede ser descargado para su estudio en Archive.org: Kelly - University of Toronto.
Cada, para mi, nuevo acuarelista británico que descubro de esta época, finales del siglo XIX y principios del XX, aumenta mi asombro y mi admiración por el nivel de la acuarela inglesa en ese momento. Más que por las obras de cada uno de ellos, por su conjunto, tanto por su enorme abundancia, como por su calidad. No hay casi nada en acuarela actual que admiro, que no pueda, a mi humilde juicio, ser encontrado ya en alguno de estos acuarelistas de hace más de cien años.
Su dibujo y composición son perfectos, el uso del color, contenido y austero, es admirable. Una lección de equilibrio cromático conseguido con pocos colores, con una enorme riqueza en matices, pequeñas variaciones de una gama de tonos quebrados que dan una armonía a sus obras digna de admiración.
Su dibujo y composición son perfectos, el uso del color, contenido y austero, es admirable. Una lección de equilibrio cromático conseguido con pocos colores, con una enorme riqueza en matices, pequeñas variaciones de una gama de tonos quebrados que dan una armonía a sus obras digna de admiración.
Esta pintora, en especial, da un gran paso, a mi entender, en el proceso de síntesis, resumen, eliminación de pequeños detalles, con pincelada decidida y suelta, a pesar de la complejidad de sus composiciones, rebosantes de figuras y elementos. Recomiendo ampliar y analizar detalladamente algunas de estas acuarelas para valorar su forma de trabajar, para mi envidiable.
Hola José, gracias por compartir toda esta información, y como dices hay bastante para estudiar en estas acuarelas, saludos
ResponderEliminarGracias, Fernando, por tu atención y tus comentarios.
ResponderEliminarNormalmente los acuarelistas que voy mostrando en el blog, por ahora, podríamos decir que son de segunda fila, aquellos que, por encargo, hacían acuarelas que ilustraran estos libros de viajes que tanta aceptación tenían. No son Turner, ni Ruskin, ni Winslow Homer... Algunos de ellos hacen unas obras excesivamente terminadas, con un cierto horror al vacío, cargadas de elementos, más dibujados que pintqdos...
Sin embargo, creo que fueron configurando el lenguaje de la acuarela actual, de la mejor acuarela actual. En el caso de esta acuarelista, algunas de sus obras me parecen asombrosamente actuales. A a muchos de sus contemporáneos, debieron de parecerles excesivamente despegadas de la realidad, demasiado sueltas, poco "terminadas".
La forma en que trata la vegetación, los baños que ocupan grandes zonas, el blanco del papel como fuente de luz y brillos, el resumen en el tratamiento de las figuras, apenas sugeridas...
Son, a mi entender, dignas de estudio detenido y de admiración. No se trataría de hacer hoy los mismo que ellos hacían hace más de cien años, aunque ya quisiera yo ser capaz de hacerlo. Pero no merecen ni el olvido ni el desdén con que algunos las valoran.
Gracias de nuevo.