Florencia
"Cathedral cities of Italy", es un libro ilustrado con 60 acuarelas del pintor inglés William Wiege Collins, también autor del texto. Publicado en Londres y Nueva York por Heineman y por Dodd, Mead & Cº en 1911, forma parte de una serie de similar contenido que reflejó literaria y pictóricamente las ciudades catedralicias de Inglaterra, Italia, Francia y España. Su precio era de $2 en Estados Unidos.
Roma. El Palatino
Collins (1862-1951), fue un acuarelista de paisaje, figuras, arquitectura y escenas navales. Estudió en la Lambeth School of Arts 1884-1885, y en la Acadèmie Julian, en París, en 1887. En 1880 ya exhibia en diversas galerías, incluso en la Royal Academy, en Londres. En 1898 fue elegido miembro del Royal Institute of Painters in Watercolors.
Génova
Podemos acceder y descargar gratuitamente para su estudio este libro desde York University Librarie y leer la obra, en la que el pintor nos describe los lugares que va visitando, muchos de ellos plasmados en acuarelas como las que se muestran aquí. En la anterior, se refleja su asombro, que también comenta en el texto, ante esa colada pública que se realiza diariamente en las calles, tendiendo al sol las ropas sobre largas cañas de bambú o cuerdas que van de balcón a balcón.
En estas dos acuarelas de Siena, se aparta de la monumentalidad de la mayoría de las acuarelas del libro, dedicadas a catedrales, iglesias y palacios. En ellas, como en las dedicadas al bullicio de la gente en los mercados y plazas, se le suelta la mano y el pincel y nos regala la vista de esta forma.
La luz del Mediterráneo también influye en su paleta, llegando al deslumbramiento, incluso a una cierta síntesis, no muy habitual entre este tipo de pintores.
Bahía de Nápoles
Como ocurre en la actualidad, no puede dejar de pintar las sombrillas y parasoles, tan presentes en nuestras calles y en nuestras pinturas.
Perugia
Pavía
Nápoles
En la obra se va describiendo la grandeza del pasado de Italia, desde Roma, el Papado, hasta las florecientes ciudades del renacimiento, reinas del comercio con oriente, dueñas del Mediterráneo, que acumularon riquezas con las que se erigieron las maravillas que a tantos pintores atraían desde las Islas Británicas, para quejarse, ya a finales del siglo XIX, de la tendencia a perder la propia identidad en aras de una supuesta modernización. También se queja de que eso mismo ocurría en Inglaterra. Entre los culpables apunta al deseo de satisfacer al turista y a la ambición que destruye zonas monumentales aún sin explorar, con la excusa de la salubridad y la renovación.
Como
Assisi
Bologna
Lucca
Orvietto
Verona
Mercado de Verona
San Marcos de Venecia
Roma
Genial, Pepe. ¡Qué saborazo tienen estas acuarelas¡
ResponderEliminarGracias José María. A mi me parecen encantadoras. Estos pintores, denostados a veces, considerados como fotógrafos de la época, demasiado apegados a la realidad y al detalle, poco a poco van abandonando los cánones establecidos, soltándose, resumiendo, usando cada vez más la mancha que la línea, teniendo en cuenta en qué época se hicieron estas obras y qué esperaban de ellas quienes las adquirían.
ResponderEliminarEstoy preparando los libros de Francia, Inglaterra, España y buscando otros de la serie sobre otros lugares de oriente.
Extraordinarias todas Pepe, que buenas, como reflejan la maestría y domínio de los pintores en esta técnica y como bien dices su soltura y evolución hacia una pintura mas suelta y libre.
ResponderEliminarGracias por compartirlas.
Un Abrazo.-
Muchas gracias por tu comentario. A mi me encantan los acuarelistas ingleses de esta época (y de las demás también, en realidad). Pero estos pintores, a pesar de que estas acuarelas eran series de obras de encargo, sujetas al gusto de los lectores, hicieron mucho por desarrollar la acuarela. Todos no van a ser como Turner, pero se ve en ellos un esfuerzo en la línea que señalamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas:
ResponderEliminaracabo de descubrir tu blog desde Hispacuarela.. una pasada estos post de libros antiguos, me encantan... gracias por descubrirlos.
Saludos,
Muchas gracias Héctor. La verdad es que son unos acuarelistas increíbles. Son geniales en la composición y el equilibrio de color. El dibujo es excelente y en cincuenta años revolucionaron la forma de interpretar un árbol, un cielo, una figura... Cada vez menos estereotipados, más sueltos. Viendo algún fragmento aislado, parece mentira que se hbiciera hace casi siglo y medio.
ResponderEliminarLas dos próximas entregas serán sobre Inglaterra y España. Estoy seguro de que también te gustarán.