Seguimos con las tintas. En esta ocasión, empezamos con otra tinta de mi amigo Carlos: marrón carmelita. Resulta que esta tinta se compra en la farmacia, pues se trata de permanganato potásico poco diluido. Luego os contaré mis pruebas con Betadine, que esa es otra. Esta tinta, la carmelita, además de tener un hermoso color, es desinfectante, (para eso diluida a 1:20.000). De color violeta cuando se aplica, se va oxidando hasta tomar ese tono cálido y transparente. Buena para escribir y algo difícil para pintar, pues como ocurre con las ferrogálicas y otras tintas de fórmula centenaria, son claras, a veces semitransparentes cuando se aplican, para verlas ir tomando vida e intensidad de forma casi mágica. Según me cuenta Carlos, era tinta apropiada para conjuros y encantamientos. Lo de "carmelita" viene, pues, del tono de los hábitos de esa piadosa orden religiosa, no le busquéis tres pies al gato.
A plumilla, con baños de esa misma tinta diluida en diferentes grados, se ha hecho esta interpretación del David de Bernini. Que Dios me perdone. Y Bernini también. Para el fondo otra tinta de Carlos, también ferrogálica, con indigotina. Se le añadían colorantes para contrarrestar esa transparencia mientras, poco a poco, se va oxidanto y ennegreciéndose. Es el mismo principio que las ferrogálicas azul-negro de Pelikán, Parker, Montblanc y otras marcas, que van dejándose de hacer por el temor de los usuarios de caras estilográficas. Además de taninos, llevan vitriolo, (ácidos de hierro o cobre). Para eso tenemos las plumillas.
Su uso era obligatorio para libros de contabilidad y escritos oficiales, para que no pasara como con los tickets de los supermercados, impresos de forma que se borren a las pocas semanas.
La anterior y siguientes se han hecho con unas pocas tintas, tres o cuatro, aparte de los puntos amarillos, que es Orange de Herbin, scented ink, es decir olorosa. Diluida queda amarilla. Los verdes son Musk green de Stipula en la anterior y Montblanc de una serie especial dedicada a Jonathan Swift. En la anterior el granate es de Stípula también, en la siguiente Burdeos de Montblanc. El azul es Parker Quink y Pelikan 4001. Lógicamente el morado es una mezcla de burdeos y azul. La transparencia y delicadeza de la Parker o la Pelikan diluida es maravillosa. La Edelstein Saphire de Pelikan ya tiende a morado de por sí, con un precioso tono transparente.
Aquí tenemos mi violeta africana, que he dibujado y pintado varias veces ahora que está en flor, antes de que se agoste, aunque estemos en marzo. También podéis ver algunos de mis pinceles, la mayoría de ellos Escoda, al menos los mejores. Delante la última incorporación, los de la serie ÚLTIMO dedicada a Fabio Cembranelli. Falta el pequeño en la foto, que es el que estoy usando. Una maravillosa fibra para sustituir a los pindeles de petit-gris. Cargan mucha agua y son tan dóciles, flexibles y suaves como la fibra natural. Asombrosos. Aunque el del número 10, ya tiene un tamaño mediano, mantiene una punta que permite trabajar en formatos pequeños. Incluso el mayor de ellos, que ya he probado también.
Helos aquí:
Con las mismas tintas, aunque el azul es azul-negro de Montblanc, bastante antiguo el frasco y creo que es ferrogálica. Entre los verdes se ha añadido un verde de Diamine. Sigo con el Borgogna red y el Musk Green de Stipula. También algunos toques de negro Waterman. Lo novedoso para mi es el soporre. Se trata de un papel artesano fabricado en Alcoy, Garzapapel. Estoy probando unas muestras gratuitas que amablemente ofrecen y envían pidiéndolas en su página web. Lo curioso es que este papel, de 180 gr. es para dibujo, no para acuarela y las tintas diluidas, para el caso, son lo mismo. Además se ha utilizado la cara de atrás, seducido por su textura, tan agradable como la otra cara.
Ya puestos, he probado el papel a fondo. Lo he martirizado, dando baños superpuestos en algunos lugares, raspando, borrando, levantando capas... Lo aguanta todo y, mojado, parece una tela. No se comba, cosa que no me explico en un papel de este gramaje. De todas formas, me viene a la cabeza que el reino de Valencia discute con Córdoba el honor de haber sido el primer lugar de Europa donde se fabricó papel. Traído por los árabes, ya funcionaba un taller en Xátiva en 1056, el taller de Abú Masaifa, junto a la vieja acequia. En todo caso, siglo y medio antes de que en Fabriano empezaran a fabricar papel. En Inglaterra tardaron bastante más, y no fue hasta 1490 cuando empezaron a hacerlo. En Francia en 1390, en 1586 en los Países Bajos... El papel valenciano era famoso en toda Europa y Oriente, exportando gran parte de su producción. Los ingleses eran buenos clientes y tal vez no sea casualidad que en inglés papel sea "paper", como le llamaban quienes lo fabricaban para ellos. O sea que de casta le viene al galgo, refrán apropiadísimo cuando se habla de papel.
No es de extrañar que en Alcoy sigan sabiendo hacer buen papel, y no sólo "papel de encigarrar", de gran importancia en Alcoy y en Capellades (Barcelona), principales lugares de producción, gran parte destinada a Nueva España. Seguramente llevan más de mil años haciéndolo.
Bueno, pues he disfrutado mucho con este papel, que tengo que seguir probando, junto con otros dos tipos, para acuarela de 180 y 300 gramos. Si funcionan como éste, cosa de esperar, puede ser que haya encontrado mi papel. También disfruto mucho con mi guitarra Alhambra, de Muro de Alcoy, que tengo mucho tiempo. La pagué en pesetas. El aceite de la Masía El Altet, considerado por muchos el mejor del mundo, es también de la zona. Y las acuarelas Españoleto, difíciles de encontrar. Y que conste que soy de Albacete, no de Alcoy.
No sabía lo que era un pincel Escoda hasta que pinté con uno, supongo que pasa lo mismo con un Stradivarius, a ver quien te lo cambia ahora.
ResponderEliminarMe gusta tu pintura.
Muchas gracias. Me alegro de que te gusten mis dibujos y pinturas. Escoda hace unos pinceles de primera. Además con una gama amplísima para cubrir todos los gustos y necesidades, con unos materiales excelentes y una terminación y solidez insuperables. Te aseguro que no estoy en nómina.
EliminarFantásticos dibujos, Pepe.
ResponderEliminarEsos pinceles tienen una pinta fabulosa, y se parecen mucho a los "petit gris", sí?
Funcionan igual o les ves alguna diferencia?
A la vista son iguales que los de petit gris, de ardilla. Son algo más duros, con más nervio, es decir conservan la forma más, recuperan la disposición normal del mechón, no se quedan torcidos en la posición de la última pincelada. Puntean muy bien, algo menos que un pincel de petit gris, tal vez más por su diseño que por la fibra. De los que Escoda fabrica para cerámica, tengo uno de punta sesgada que es más afilado que tengo, extremadamente suave.
EliminarTodo depende de lo que uno busque oy de su forma de trabajar. Luego hay que tener en cuenta la diferencia de precio y la disponibilidad de la fibra natural. A mi me han parecido unos pinceles extraordinarios. Trabajando en formatos medianos o grandes, con uno de ellos, incluso el mayor número, podrías utilizarlo para toda la obra. Ahora trabajo formatos pequeños, casi siempre con tintas y con este pincel tengo más control que con uno de petit gris, excesivamente blando para mi trabajo.
Pepe, cada vez que entras una nueva tesis de esas, sobre las tintas y dibujos, me dejas perplejo!!
ResponderEliminarParece mentira el tiempo que le dedicas a este estudio tan minucioso y tan interesante para todos. Seguro que también dirás que dedico mucho tiempo a mis dibujos y acuarelas. Sí, es cierto. Pero ambos tienen algo en común: es el amor que ambos tenemos al dibujo!
Te felicito por el éxito que vas logrando con tu amigo el mago de la creación de tintas, como con la puesta en marcha que haces y explicas tan bien. Con dibujos geniales. Preciosos. Y no tienen nada que envidiar a las acuarelas.
Nombras papeles, con una historia increíble, interesantísima sobre el origen de estos papeles. De Capellades ya probé en su día unos papeles que me dieron ellos mismos, dándome toda clase de explicaciones. Los probé. Pero no me dieron un resultado que esperaba. Seguramente el gramaje era escaso. No pude hacer más pruebas.
Ahora, como sabrás estoy utilizando el KHADI, que se comercializa aquí y es de la India. Es manual y el resultado no me desagrada. El gramaje también era escaso, 210 gr/m2. Ahora he comprado unos cuantos más de 320 gr/m2 y ya he hecho una acuarela. Cuando termine las 20 o 30 hojas, ya veré si me gustan o no. No hay dos de iguales. Por ahora, no me desagrada.
Sería interesante probar los que nombras de Alcoy. Aunque tus pruebas son con tinta. Supongo que más o menos será parecido. Las dos mezclan con agua.
Es increíble lo que logras con esas plumas y tintas. Ese azul que rodeas al dibujo de David Bernini, es fantástico y ese “carmelita de la taza, extraordinario, aparte que está dibujada con enorme exquisitez. Sobre pinceles, solo utilizo los de pelo de ardilla, llamados “petit.gris” que compro en Francia y me gustan mucho.
No tengo demasiado tiempo para escribirte, pero en esta ocasión no he querido pasar sin hacerlo.
Me encanta todo lo que haces y las explicaciones que das. Gracias!
LO del sello, te ha quedado muy, pero que muy requetebién!
Un abrazo.
Hola Joshemari.
EliminarGracias por tu mensaje.
Aprovecho para felicitarte por tu serie de bares y tabernas, en la que cada dibujo es una joya.
Desde luego es una suerte tener fabricante de tintas propio, mi amigo Carlos. Tiene que explicar en mi blog algunas de sus fórmulas, al menos las más fáciles de hacer, pues tiene muchísima documentación sobre el tema, laboratorio, ciencia y gusto para hacerlas.
Lo de la tinta carmelita parece de broma, pero resulta excelente. Tiene uno de los marrones que buscamos, cálido, siena tostado, sin tendencia al granate. No es una curiosidad como el Betadine que, sin bromas, he probado y da un tono muy interesante, pero no sé cómo se llevará con el papel, permanencia, oxidación... La tinta carmelita se usaba y es permanganato potásico como el que preparan en las farmacias para desinfectar y cicatrizxar heridas. Para ese uso va diluido 1:20.000. El que prepara Carlos va diluido 1:20 o 1:25, bastante cargadito y cuando se pinta con esa tinta es de un lila precioso. Conforme se va secando torna a ese marrón cálido. Si funciona bien es un chollo porque con pocos euros te haces una garrafa.
No conozco el papel Khadi, sólo lo que tú has hablado de él. Por los resultados que sacas debe ser excelente, aunque también están tus manos.
Del papel de Capellades he leído en varios lugares. Era un papel más fino que el de Xátiva, fino en el sentido de mejor encolado y era muy valorado por los calígrafos. No hablamos de papel de dibujo, al menos en aquella época. Lo que ocurre es que me choca que los papeles de Fabriano, Arches o Saunders presumen de proceder de molinos de zonas papeleras desde hace 500 años. Sin embargo en Alcoy, Valencia, Cataluña, Córdoba, etc, todos papeles de origen árabe mejorados, no recurren a ese argumento. Encima, el papel Galgo verjurado, o el Parchemin, excelentes papeles tradicionales con enorme calidad y prestigio, han tenido que traspasar la marca a Unipapel que, en opinión de muchos, lo está echando a perder, el papel y la marca. En foros de calígrafos lo equiparan a un mal papel para envolver. Aunque creo que exageran, como soy un acaparador, aún tengo unos cientos de hojas de Galgo verjurado, 100 gr, marfil de Papelera Tolosana, el antiguo fabricante. Hay quien se recorre las papelerías antiguas en su busca.
El azul del dibujo del Bernini es una de esas ferrogálicas con indigotina, colorante natural indio, el índigo, que sirve para quitar transparencia a la tinta mientras se usa. Luego, como otras tintas ferrogálicas, tienden al azul negro al secar. Otras toman un negro intenso. Para ello, a veces, le añadían hollín, como a la tinta china.
El Garzapapel me ha sorprendido por cómo aguanta el agua sin prácticamente combarse, a pesar de ser de 180 gramos, vendido como papel para dibujo. También es cierto que las muestras gratuitas que envían son de tamaño pequeño (14x20). Tengo que probar los otros tipos. También hacen blocs y cuadernos encuadernados en piel. Algo caros. Sin embargo el papel suelto está bien de precio.
El sello ha quedado de maravilla. Me vi como el que se tragó el paraguas para tallarlo con un destornillador de esos de relojero. No sé si es jade o qué piedra, pero es relativamente blanda. Luego hago una foto. Hay que poner algo blando debajo del papel para que marque. Mejor un cuño y un tampón. A ver si encontramos a un chinoparlante que nos ilustre, aunque en esa página que te recomendé se traduce fonéticamente sílaba a sílaba.
Un abrazo.
Ese permanganato potásico, tinta carmelita, cuando lo hayas usado, realizado algunas pruebas y des tu aprobación, me gustaría que me enviaras una botellita o frasquito, para yo probarlo. O crees que ya puedo probar directamente el desinfectante ese. Eso sí, supongo que se debe utilizar con plumilla y mango. No? No con pluma estilográfica.
EliminarYo no estoy para hacer grandes pruebas. En cuanto me funciona una, me cuesta cambiarlo.
Ya me solucionaste el famoso marrón con el Stipula. Ya me va bien.
Un abrazo
De acauerdo. Seguiré probando con ella. Desde luego no es para estilográfica. Como toda tinta de fórmula antigua, más vale prevenir. Con plumilla o pincel, sin problemas. También me voy a atrever a ponerla en el Parallel pen de Pilot. Eso aguanta cualquier cosa y se limpia muy bien.
EliminarEl desinfectante que preparan en las farmacias está muy diluido. Se puede pedir concentrado para usarlo como tinta. Le preguntaré a Carlos qué proporción me ha preparada, porque ésta es la segunda versión, mejor que la anterior que dejaba sedimentos.
El marrón de Stípula me gusta mucho. Además es una botella grande y bonita.
Un abrazo.
Como todos tus trabajos que he visto en el blog, estos son fantásticos. Me gustan muchísimo. Voy anotando tus recomendaciones. Nuevamente mil gracias.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te gusten. Prueba y verás como las tintas dan mucho juego- Además con ellas, usando pocas, se aprende mucho sobre colores y mezclas, algo siempre útil para cualquier medio. Un abrazo.
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