Para celebrar que colgaba los hábitos docentes, mis queridos compañeros del convento me regalaron una maravillosa pluma estilográfica Namiki Falcon Extrafina flexible, fabricada por Pilot. Hacía mucho tiempo que quería tener esta pluma. Casi una necesidad. Flexible y fina como su nombre indica, es de lo más parecido que hay en estilográficas a una plumilla clásica. Se abre, se engrosa la línea, vuelve a su finura extraordinaria cuando no le aprietas, fluye la tinta con generosidad, cosa necesaria para alimentar esas líneas gruesas y muy conveniente cuando se utiliza con un pincel de agua. Para escribir, es también maravillosa.
Este dibujo es el primero que hice con ella y se nota que no quería soltar la pluma, porque me puse minucioso. Con el pincel de agua y vuelta a las rayitas para matizar y realzar zonas y detalles. Luego ya he ido haciendo cosas más sueltas, casi todas ellas árboles y algunas flores, con o sin extender la tinta con pincel. En las fotos se ve la pluma y el detalle de su tajo, realmente peculiar. Además, la capucha va a rosca, lo que para mi es un plus en una buena pluma. Todas deberían ser así y nos ahorraríamos muchos problemas de desajustes, faltas de anclaje y bolsillos de la chaqueta o la camisa entintados.
En algunos ocasiones se utiliza para hacer el dibujo inicial que luego se colorea con acuarela o con lápices, como en estas hortensias. Esto es posible, lo de humedecer el dibujo, porque desde el principio la cargué con tinta Carbón de Platinum, que es indeleble a los pocos minutos de aplicarla. Prácticamente es tinta china para estilográfica, incluso brillan los trazos una vez seca. Esta tinta es verdaderamente una maravilla, a juego con la pluma.
En otras, la he utilizado para añadir los últimos detalles o realzar zonas de sombra, diluyendo la tinta. El resto del dibujo se hizo con tintas marrones de Herbín (Café des Îles y Lieu de Thé).
Diluyendo la tinta y dando pequeños puntos o trazos sobre la capa húmeda para que la tinta se exprese a su gusto, que también tiene su carácter.
Este pino es más curioso. Se hizo con unas breves pinceladas aprovechando ese barro que queda al fondo del frasco del agua cuando se pintan acuarelas. Suele salir un gris indeterminado, tendente al azul en este caso, sobre todo porque había utiliado Jadeite, el color de Primateck de Daniel Smith. Suele tener mucha goma arábiga ese poso, con lo que la textura es imprevisible y poco gobernable, pero no están los tiempos para tirar nada. Luego se añaden unos pocos detalles con la pluma y tinta descritas.
El siguiente dibujo se inició con unos toques de la barra de tinta china algo humedecida, rascando sobre el grano del papel. Quedan así unas texturas rugosas y salpicadas que se aprovechan para ir diluyendo algunas zonas, dando forma al árbol y añadiendo, al final, algunos detalles y ramas con la pluma estilográfica. La rugosidad del tronco y el suelo, lo mejor de este dibujo, por tanto, es casual. A cada uno lo suyo.
Este pino, más minucioso y detallado, se ha pintado en una de esas sentadas mientras uno se toma un café sin prisas al lado del mar. Un papel pequeño, pues va en el bolso y la pluma y tinta ya descritas, intentando, de abajo hacia arriba, seguir el crecimiento del pino, de sus ramas y pinochas. Como se ve, se intenta con la dirección de los trazos indicar y sugerir estos elementos, trenzando x, lo que confunde la vista, da idea de superposición, sugiere distintos planos y, por acumulación, da zonas de sombra tapando la luz trasera que por otros lugares se puede ver. Se procura que esas zonas de sombra vayan separando las hojas de una rama de las que tiene detrás. Como se ve, en este dibujo hay menos casualidad que en el anterior.
Este último, de la Fábrica de Tabacos de Alicante, sentado en un banco enfrente, sobre un cuaderno de Paper Blanks, rápido, diluyendo con urgencia la tinta para añadir antes de que seque otras líneas y detalles. Digo con urgencia, porque ya se explicó que esta tinta es indeleble. Se seca pronto y ya no se puede modificar. Pasando el pincel mojado se extiende la tinta, unos segundos después únicamente se difuminan algunas líneas, lo que es un recurso. Aunque estos pormenores, dejados al azar nos llevan a difuminar la parte cercana de la reja dejando nítida la más lejana. Por eso, habría quedado mejor sin dejar ciertas cosas al azar, pero la urgencia de este tipo de dibujos, por ahora, nos lleva a incurrir en estos errores fácilmente mejorables. Las manchas grises se hacen mojando el pincel en el tajo de la pluma, con bastane agua pues la tinta es muy cubriente.
Apreciado José, te imagino como un feliz jubilado decente, quise decir docente pero no al caso la corrección. Tal y como eres ya sabes que no te sobra tiempo, seguro que querrías más y más para hacer lo que te gusta pero...EL Hacedor es omnisapiente. Así que en tu jubilación te pediste una buena estilográfica? Un servidor, maestro jubilado tb, del 53, no pedí nada a mis colegas, y ala, un prosaico reloj de pulsera, y tengo de ellos hasta el de mi abuelo. Sigo tus comentarios y me haré con una buena estilográfica. Gracias, otra vez más. Tienes unas cañas con sus correspondientes tapas cuando vengas a Barcelona o a Almería, pues comparto tierras y tiempo. Un fraternal saludo
ResponderEliminarLo había leído en su momento, pero tal vez por lo atareado que andaba no contesté tu amable comentario e invitación.
EliminarMuchas gracias por todo. En lo de la pluma lelvas razón. Por eso se lo pedí, ya que siendo costumbre hacer un regalo, para todos es mejor que sea adecuado y deseado. Relojes tengo varios y, a Dios gracias, cada vez los necesito menos.
Un abrazo.