De una foto desde la curva anterior al Mirador del Diablo, en Ayna (Albacete). Arches grano fino. 24 x 32. Acuarelas Rembrandt, pinceles: Escoda marta nº12 y paletina Loew-Cornell 3/8, sintético.
Sin duda es este uno de los más asombrosos pueblos de la provincia de Albacete. A unos 60 km de la capital, por una carretera, en principio llana, se va complicando el terreno según te acercas a la sierra del Segura. De pronto, en una curva, se ve desde el coche lo que se ha recogido en esta acuarela.
Parece que el mundo se ha desmoronado en un precipicio inmenso. Lo que se ve al fondo no es el cielo, sino unas montañas enormes totalmente arboladas, que se van volviendo azules en la lejanía.
El pueblo va, como la carretera, serpenteando hasta bajar a la vega del río Mundo, afluente del Segura, entre terrazas y regadíos de origen árabe. Abajo, aislados del frío de la llanura, crecen chumberas y palmeras. También crecen las mejores chuletas de cordero del mundo.
He visitado estos lugares cientos de veces, desde niño, y nunca deja de sobrecogerme esta panorámica.
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