sábado, 31 de agosto de 2013

LISBOA - Bocetos pluma, rotulador y pincel

   Muy pocos días para disfrutar de una ciudad con tres mil años de historia. Después de Atenas, la más antigua de todas las capitales europeas, anterior a Roma en 400 años. A veces la historia sólo deja ruinas, en otras ocasiones hace florecer maravillas como Lisboa. Tal vez el terremoto y maremoto de 1755 y los posteriores incendios fueran cura de humildad que apartaron a sus habitantes del error, propio de nuevos ricos —tanto personas como países—, de levantar altas torres de Babel. Siendo una gran ciudad, si no muy poblada, sí muy extensa, se ha sabido amoldar al terreno sobre el que ha crecido, echando raíces en las colinas y bordeando el estuario del Tajo. Además de asombrarte con sus monumentos, que abundan, se muestra Lisboa en su conjunto como una unidad monumental, viva, orgánica, con las arrugas y cicatrices propias de la edad, pero hermosa. Da que pensar cómo sería Lisboa si conservara todo lo que el terremoto destruyó. También inquieta imaginar que la posterior reconstrucción, dirigida por el Marqués de Pombal, hubiera caído en manos de una banda similar a la de nuestros gobernantes, financieros y constructores actuales. Seguramente no merecería la pena visitar Lisboa hoy en día. Gracias, marqués.
En esta foto se muestra dónde se hizo el dibujo de la Praça da Figueira, con un rotulador
calibrado de 0,2 y sombras aplicadas con pincel de agua y acuarela gris Payne.
También para mostrar las diferencias entre lo que uno ve y lo que pinta.
   Llevado, subido, bajado y zarandeado por los encantadores tranvías, hemos podido llegar a más sitios de los que habríamos sido capaces de disfrutar si tuviéramos que haber ido andando, que de las patas andamos peor que regular. Seguramente estos dibujos, fotos, bocetos y escritos den para una pequeña guía de "Lisboa para cojos". Afortunadamente, hay muchas plazas y miradores, muchos bares, terrazas, bancos y otros lugares donde descansar en calles y plazas, reponer fuerzas, hidratarse y dibujar. O hacer fotos, porque es demasiado lo que Lisboa ofrece a la vista. Puede resultar excesivo. Acostumbrado a La Mancha, donde con un lápiz y una regla haces un paisaje, hay que tomarse Lisboa con calma, pues en cada recodo hay cien temas para pintar.
  Rotulador calibrado y acuarela. Se dejó sin terminar porque la luz iba desapareciendo. Fue preferible hacer una foto del momento y la iluminación por si del tema queremos hacer una acuarela. No obstante, hay que incorporar sombras y dejar sin colorear únicamente los edificios con la típica piedra blanca de las construcciones nobles. En lugar de pintar, me tomé una caipirinha mientras veía anochecer. Pasaban tranvías hasta las 11 de la noche.

 Rolulador-pincel Pentel con tinta china (Brushpen).


   El anterior, de la Praça do Rossio, con una de las dos fuentes y la fachada del Teatro Nacional. Lugar típico para quedar en Lisboa. Hay kioscos de flores, de donde salieron las que taparon las bocas de los fusiles en la revolución de los claveles. Estilográfica con tinta marrón, pìncel de agua y Pentel brushpen.
   Rapidísimo apunte de esa plaza, desde la calle Calçada do Carmo, hecho con rotulador. El tranvía se añadió para dar color al tema, pues no pasan por allí.
   Otro boceto. Rotulador y acuarela gris Payne con pincel de agua. Se inició con esos maceteros. Luego me fui animando y dada la grandiosidad del escenario, para dar cabida a los elementos recogidos en el encuadre, las plantas quedaron inmensamente desproporcionadas. Licencias del artista, ripios gráficos o como queramos llamarlo, pero así quedó. La foto muestra el ambiente cercano, dominado por una enorme cerveza en la copa más bonita que recuerdo. Os aseguro que no me la llevé. Sólo en foto.
 
   Para terminar por ahora con Lisboa, pues tengo mucho más, el último boceto, más que rápido, vertiginoso. En la esquina del hotel, en el momento de regresar a España, dibujando aún, sentado ya al volante del coche subido a la acera, estacionado de forma digamos que creativa, mientras no me percataba de que a la altura de la ventana de la derecha abierta, paró en paralelo un coche de la policía interesándose por qué leches estaba haciendo allí. Viéndome dibujar, saludaron amablemente y se marcharon. Un encanto. De todas formas, ya no me quedaron ganas de seguir, tengo fotos y además, la calle y la plaza ya las sé de memoria después de tomar en esas mesas cafés pingados y garotos escurinhos durante varios días. También alguna ginjinha.

domingo, 25 de agosto de 2013

Rotuladores y plumillas - ALTEA


   Este dibujo es otro de una serie de ellos realizados con rotuladores grises, penbrush negro y tinta gris con plumilla. Jugando con estos distintos tonos de gris y los diferentes grosores de los rotuladores Stabilo, Edding y Pitt de Faber Castell, junto con la tinta Oyster grey de Montablanc se consiguen efectos interesantes, sobre todo cuando se añaden las sombras más rotundas con el rotulador de pincel Pentel, con tinta china. Incluso adquiere algún ligero matiz de color al usar diferentes marcas que proporcionan unos grises con distintas tendencias más azuladas o cálidas, como se ve en la foto.
   Da que pensar este dibujo acerca de lo acertado o desacertado del encuadre elegido. Altea es un lugar tan bonito que pude resultar excesivo incluir en un mismo encuadre motivos que pueden dar lugar a varios dibujos independientes. Llegamos a pecar de exceso de información y de detalle. Se ha intentado, a pesar del medio elegido, que parece incitar a la minuciosidad, trabajar más con manchas que con tramas de rayitas de plumilla, cosa que sólo en pocas zonas se ha hecho. El resto, con los trazos gruesos del Pitt gris y del Pentel negro, se han ido valorando las zonas, con más rapidez y menos detalle de lo que a primera vista puede parecer. Se incluyen ampliados algunos fragmentos para ilustrar ésto.
    La chispa que este dibujo pueda tener la proporciona el uso del penbrush de Pentel y la flexibilidad y finura de la plumilla, con esos trazos vivos de grosor cambiante según la presión. Si se le quita eso, poco queda de valor en estos dibujos. Para poder hacerlo en cualquier sitio, sin necesidad de tintero y plumilla, haré otro dibujo con esta técnica sustituyendo la plumilla por una estilográfica fina y flexible, como alguna Osmiroid con tajo Sketch o Copperplate, incluso alguna estilográfica de las que he tallado y afilado con las piedras de Arkansas o las pedras das meigas. Ya os contaré.
   Al usar un papel muy satinado y con la temperatura tan alta que hace, el secado es instantáneo. En otro caso incluso podríamos haber conseguido que esos grises se mezclaran aplicándo un segundo tono antes de que seque completamente el primero, como hacemos con las tintas o la acuarela. Este papel tipo couché, hace que algunos trazos ya secos rechacen las sucesivas superposiciones, proporcionando un efecto tan inesperado como expresivo, como tantas veces ocurre, añadido a la sensación de profundidad conseguida con los distintos grises y unos últimos trazos negros ligeramente desplazados.
Por último, los instrumentos utilizados para el dibujo, 
ya comentados previamente.

jueves, 22 de agosto de 2013

Plumilla, rotulador y pincel: ALCALÁ DEL JÚCAR

    Un dibujo de hoy sobre Alcalá del Júcar, en Albacete, de una visita de hace unos días. Sobre cartulina muy satinada se ha dibujado con los tres aparejos que se muestran en la foto siguiente: un rotulador calibrado Rotring Tikky Graphic, del 0,2, una plumilla finísima y flexible (Hunt Artist 66) en un palillero antiguo de Brandauer y un rotulador-pincel de Pentel. Como se me acabaron los cartuchos de repuesto, he llenado uno con tinta indeleble Platinum Carbon Ink, que espero no estropee el pincel. Por ahora va bien.
   Estando en casa no suelo utilizar rotuladores calibrados, maravillosos para pintar en cualquier lugar, pero no podía utilizar plumilla porque lo dibujé, hata llegar a las tramas, en caballete, casi en vertical, igual que las manchas negras de árboles y las sombras fuertes, hechas con el brush-pen de Pentel. Como no quería enmarañarlo excesivamente de rayitas, con esa plumilla Hunt, ya en la mesa, hice las tramas que dan sombra y relieve al asunto con tinta Oyster grey de Montblanc, como se muestra en la siguiente foto. Es una combinación que ya había utilizado otras veces, gris y negro. Tengo que buscar otro Pentel de pincel para cargarlo con gris claro, para pintar en vertical y no tener que entrar en minuciosidades, que con plumilla es fácil —y a veces necesario—.





Por último, la foto de la que sale el dibujo, tomada desde un pequeño ensanche de la carretera en esa zona. Como se puede ver en la foto, no era lugar, ni ocasión, con cerca de 40 grados de ponerse a jugarse la vida pintando allí.

domingo, 18 de agosto de 2013

Pueblos de ALBACETE - Tintas y acuarelas

    Son las dos primeras imágenes de esta entrada, una vista en detalle y otra de cuerpo entero de un mismo dibujo, hecho con plumillas y tinta Platinum (Carbon Ink) sobre Garzapapel de plumilla 180 gr. Se trata de una vista de Molinicos, en Albacete, a partir de una foto de Paqui Parada, compartida en Facebook. Gracias desde aquí.
    Del mismo tema, una pequeña acuarela sobre una muestra de Garzapapel de 300 gr.
    A continuación, recupero algunos dibujos y acuarelas de los dos últimos años sobre otros pueblos de la provincia de Albacete. De las últimas rutas hay varios apuntes y fotos en espera. Vamos a ponernos a ello, antes de que se terminen las vacaciones.

Alcalá del Júcar (Albacete)
Liétor (Albacete)

Chinchilla de Montearagón (Albacete)
Chinchilla de Montearagón (Albacete)

Chinchilla de Montearagón (Albacete)

Ayna (Albacete)

El Júcar por Jorquera (Albacete)

Río Zumeta (Albacete)

Liétor (Albacete)

domingo, 11 de agosto de 2013

Buganvillas - Acuarela - Watercolor

    Estas dos acuarelas, insisten en una pared con buganvillas que ya me sé de memoria. Aunque el tema es el mismo, siempre sale algo diferente, pues se prueban otras formas de enfocar la pintura. Aunque se busca no entrar en demasiado detalle, tanta flor y tanta rama nos acaba llevando a ciertos excesos, pero estamos aprendiendo algo, si miramos cómo lo hacíamos hace un año o dos.
    El papel utilizado es Garzapapel de acuarela 300 gramos. Pinturas Van Gogh en tubo, menos el magenta de la segunda, Magenta Imperial de Españoleto, de Alcoy, como el papel. Prácticamente se ha pintado todo con un pincel Escoda Último del nº 10, aunque líneas y pequeñas hojas se hayan resuelto con otro de marta del nº 6.
    Los verdes, siempre un problema, se han hecho con Sap green de Van Gogh, reforzado con unos tonos más ricos y profundos a partir de Gamboge y azul índigo. Con el índigo hay que andar con cuidado, pues lleva negro en su composición y puede oscurecer demasiado el conjunto, cosa que a veces me sucede.
    Pongo aquí un boceto anterior, más suelto y menos definido, resuelto a base de pequeñas manchas.

   Como digo, este es un tema del que he hecho bastantes apuntes, bocetos y fotos. Ya se mostraron algunos de ellos en nuna entrada anterior, de los cuales recupero dos, para ver diferencias de enfoque y técnica utilizadas. Pluma estilográfica y rotuladores de pincel Faber Castell Pitt artist pen, en gris y negro. El siguiente, estudio de una rama dibujado a lápiz.
   Los tres siguientes son otros tantos bocetos de una rama casi seca, en ese momento en que las flores van cambiando de color, desde su magenta original a tonos violáceos y ocres. Con acuarela, tintas y plumilla, buscando esos tonos de las hojas. Otro con lápiz y un último, más rápido, dibujado con plumilla y coloreado con acuarela.