Cuando voy a publicar esta nueva entrada, observo asombrado que en mi blog hemos pasado de las 500.000 páginas visitadas. Me resulta asombroso y muy gratificante. Muchísimas gracias por vuestra atención y vuestro valioso tiempo.
Después de la exposición de acuarelas, con muchas de ellas pintadas en las semanas previas, vuelta a las tintas, las plumas y los formatos pequeños. En el primero de los dibujos, con nogalina, se vuelve también a un tema pintado ya previamente. Se añaden dos versiones anteriores, una con plumilla y otra con tinta Montblanc color burdeos. Para ver de dónde salen, también se muestra la fotografía en blanco y negro que hice hace bastantes años en Tinajeros, un pueblecito cercano a Albacete. En el original, haciendo honor al nombre, aparecían dos enormes tinajas de vino, tan tradicionales en la zona.
Después de la exposición de acuarelas, con muchas de ellas pintadas en las semanas previas, vuelta a las tintas, las plumas y los formatos pequeños. En el primero de los dibujos, con nogalina, se vuelve también a un tema pintado ya previamente. Se añaden dos versiones anteriores, una con plumilla y otra con tinta Montblanc color burdeos. Para ver de dónde salen, también se muestra la fotografía en blanco y negro que hice hace bastantes años en Tinajeros, un pueblecito cercano a Albacete. En el original, haciendo honor al nombre, aparecían dos enormes tinajas de vino, tan tradicionales en la zona.
De este fin de semana, con tintas, pincel de agua y algunos toques de acuarela salen los dos siguientes dibujos, mitad de memoria y mitad inventados, sobre dos macetas de mi casa, aunque en el momento de dibujarlas no las tenía delante. Para los fondos se ha usado un amarillo de Nápoles, normalmente empleado para pintar retratos, por su color carne. Mezclado con ultramar en el primero y verde Hooker en el segundo. En el primero de ellos las hojas se han pintado con verde musgo, esa tinta de Stípula que siempre utilizo. Mojando el pincel en la estilográfica. El ultramar es tinta azul Quink de Parker. La 5001 de Pelikan tiene un tono ligeramente más morado. Para las sombras del fondo también se ha recurrido a un violeta de Daniel Smith.
En este dibujo, aparte del fondo ya explicado, se utilizó Siena tostado para la pared. Para los tonos rojizos y violáceos, una gama conseguida con ultramar y Madder lake de W&N. Los verdes: Sap green de Rembrandt y jadeita de Daniel Smith. El blanco, un rotulador.Dibujo a pluma y rotulador pincel Pentel, dibujado una de las tardes que pasaba en ese patio durante mi exposición de acuarelas en la Casa Vieja.
Los dos siguientes están pintados con pluma, pincel y nogalinas. Son los castillos de Peñarroya en Ciudad Real y Alcalá del Júcar en Albacete.
Paisajillo imaginario para probar una nueva tinta azul de Pelikan que me trajo de Madrid mi hijo. Me gustan mucho esos reflejos rojizos-violáceos que ofrece al diluirse.
Probando unas titnas rojas para comprobar, una vez más, que no son rojas. Herbin y Montblanc.
El siguiente dibujo, con la estilográfica Namiki Falcon cargada con tinta Platinum (Carbon Ink). Al secar se añaden las sombras con esa misma tinta diluida con el pincel de agua. Se trata del castillo-palacio de Magalia, en Navas del Marqués. Es en el único castillo en el que he pasado una noche. En este caso una semana entera, hace muchos años durante un curso de organización de bibliotecas y animación a la lectura. No pudieron encontrar un lugar mejor.
La última, un apunte con pluma, tintas y pincel de agua, se trata de una vista del castillo de Ambra, en Pego (Alicante). Desde un cerro cercano, por el que pasa la carretera, se ve el valle y el mar al fondo. Imposible en una fotografía o una pintura reflejar la inmensidad de la vista.