viernes, 29 de junio de 2012

ÁRBOLES - Tinta, pluma y pincel

   Seguimos con pluma, plumilla, pincel de agua, pincel normal y tintas. Los tres primeros son versiones de acuarelas del libro que se cita en cada uno de los dibujos: "Familiar trees" de  George Simonds Boulger, que podemos descargar en Google books. Se han hecho rápidamente, sin entrar en detalles y renunciando al color. Así jugamos con las valoraciones de tono con una o dos tintas, más o menos diluidas. 

    Hay muy pocas tintas marrones que en realidad lo sean. Cuando se diluyen toman tonos rojizos oscuros, como la última Montblanc que he comprado, o la Waterman. No me gustan. Otra Montblanc anterior sí que era realmente marrón, con un tono sepia excelente. La Montblanc color y olor de chocolate, también tiene un tono intenso muy interesante, pero es carísima y además al usarla te apetece comer bombones. Al final recurro a la nogalina. Por unos pocos euros se puede comprar en cristales, un bote de 225 gramos con el que se puede hacer un tonel de tinta. Eso si, no recomendable para una estilográfica. Plumilla, cálamo, pincel o Parallel Pen. Los tonos oscuros se han conseguido con esta nogalina.
 
En el siguiente se ha utilizado también algún baño de tinta china diluida:
    También con nogalina. En anterior y los dos siguientes están basados en fotos e imágenes de internet y el dibujo y las primeras manchas se hicieron con Parallel Pen de Pilot. El de 6 milímetros.
 

viernes, 22 de junio de 2012

GUTENBERG - Tinta china - Plumillas y aguada

   Aunque cada vez menos recurro a esta forma de dibujar a plumilla, minuciosa y trabajada, en esta ocasión, quería darle al retrato de Gutenberg un aspecto de grabado antiguo. Sobre un dibujo a lápiz, se perfiló con plumilla, sin entrar en detalles. Luego se aplicaron baños diluidos de tinta china de barra, cada vez más intensos en el fondo y rasaltando zonas de luz y sombra en la figura. Los blancos son los del papel, no utilizando tinta china blanca ni témpera. Por último se hizo el trabajo de tramas y líneas con la plumilla
   Se muestra un trozo ampliado, aunque mejor, podéis ver a gran tamaño el dibujo completo en este enlace.
   Aunque dedicará una entrada especial a los materiales tradicionales de dibujo en China y Japón, que ellos llaman "los cuatro tesoros", tinta, papel, pincel y piedra para disolver la tinta, se muetran aquí los utilizados para este dibujo. No puedo controlar, por ahora, el cuarto tesoro. El papel de arroz, Xuan paper, se me resiste, o mejor dicho no me resiste él a mi y a mi forma de trabajar. Ya os explicaré.
   Me apetecía pintar a Gutenberg, para completar gráficamente una entrada antigua del blog que dediqué al personaje, reivindicando que debería tener una calle dedicada en cada ciudad o pueblo. Podéis leer el artículo aquí.

sábado, 16 de junio de 2012

Pintando árboles y flores. Ejemplos con tintas.

   Van en esta entrada algunos dibujos de los últimos días. Sigo probando con flores y árboles dibujados con tintas, plumas, plumillas, pincel de agua y demás. El siguiente dibujo, a tinta china diluida, está basado en una página muy recomendable para quien quiera aprender a pintar árboles. La he encontrado hace poco y lo lamento, porque me hubiera ahorrado mucho trabajo. Es una verdadera maravilla.
   En este enlace se resumen las obras de Rex Vicat Cole, (1870-1940), acerca de la "Anatomía de los árboles". Un verdadero tratado acerca de cómo pintar árboles. Prometo investigar más sobre los libros de los que han salido esas páginas para dedicarle una entrada en el blog como se merece.
   Os muestro el dibujo original que he utilizado para hacer el anterior. En el enlace citado podéis encontrar infinidad de estudios, ejemplos y sugerencias sobre este tema que tanto me interesa.
   Vienen a continuación varias probaturas mezclando tintas, plumas, pincel de agua y técnicas mixtas con el mismo tema: las flores y los árboles. El papel usado es el habitual en casi todo lo que hago últimamente: Galgo verjurado color marfil. Una maravilla de papel.
   Observo que me voy achinando. Usar papeles de arroz, al menos intentarlo, pinceles y tinta china, dibujar estos temas y los cientos y cientos de dibujos y pinturas chinos y japoneses que he visto en los últimos meses van dejando algo de poso.

   Al menos voy consiguiendo una forma concreta y razonable de hacer y resumir los árboles. Los intentos de traspasar a acuarela esta forma de hacerlos, por ahora, no van demasiado bien. Seguiremos insistiendo.


sábado, 9 de junio de 2012

ALBACETE - Dibujos - PLUMA, TINTAS Y PINCEL


    Se reúnen en esta entrada del blog muchos de los dibujos que he ido haciendo sobre Albacete, especialmente de los árboles de sus calles, tema que me ocupa últimamente. Las técnicas usadas son distintas, aunque predomina el uso de las tintas, plumas y pincel. El primero de elolos, con pluma Rotring Art Pen EF y tinta sepia, extendida con pincel de agua. El segundo, tinta china de barra.
   Hay varios dibujos del Parque Lineal de Albacete, por donde paso todos los días, viendo cómo cambian con las estaciones estos hermosos árboles. El anterior plumilla y tintas en tonos marrones: Montblanc, Montblan color (y olor) de chocolate, muy rico e intensa, y acuarela líquida marrón oscuro de Vallejo. El siguiente, mismo tema, en Acuarela. Pinturas Rembrandt y Van Gogh. Papel Fabriano Studio 27x35.
   Otra versión con dibujo previo con pluma estilográfica con tinta negra Lamy y verdes aplicados con plumilla y pincel, con tintas más o menos diluidas. Se muestra el dibujo previo, rápidpo, prácticamente sin levantar la pluma del papel, y los materiales utilizados. Papel Galgo verjurado color marfil.
 
   Plumas estilográficas Parker con tinta negra Lamy y otra con tinta verde Waterman. Luego pincel de agua. Se termina con realces con esas mismas plumas y tintas.

    El dibujo anerior y los siguientes, plumilla, pluma, tinta, pincel de agua, acuarela... Se trata de reunir aqui algunos de los dibujos que sobre el tema había hecho en los últimos meses.









sábado, 2 de junio de 2012

REMBRANDT - Dibujos y grabados

   Rembrandt Harmenszoon van Rijn nació en Leiden el 15 de julio de 1606. Su educación, en latín, incluyó un breve período en  la Universidad de su ciudad, en la que ingresó a los 14 años. Dedicado después a la pintura, realizó su aprendizaje en Leiden y en Amsterdam. 
         
   A los 22 años ya estaba establecido como pintor y tenía sus propios alumnos. Tantos llegó a tener, dada su reputación creciente, que aún no ha terminado de aclararse la autoría de muchos de sus cuadros, dibujos y grabados. Así pues, de los 600 cuadros, 400 grabados y 2000 dibujos que se le atribuían a principios del siglo XX, la cifra actual, no exenta de polémica respecto a algunas obras, ha rebajado la cifra a 300 óleos y 300 grabados. En los dibujos aún no se ha reducido el número. Sus alumnos copiaban obras suyas, él participaba en la creación o planteamiento de otras y encontramos muchas en las que la autoría sigue sin decantarse entre el propio Rembrandt o alguno de sus numerosos discípulos y seguidores.

   Como ocurre siempre, si hacemos una búsqueda en Google sobre imágenes de las obras de Rembrandt, entre las 300 mostradas, no llegan a 20 los grabados. Uno o dos dibujos. Sólo sus óleos son merecedores de atención.  Sin embargo Rembrandt fue tanto o más importante como dibujante o grabador que como pintor. El menosprecio de todo lo que no sea óleo hace desaparecer acuarelas, grabados y dibujos de la obra de la mayoría de los pintores. Mi venganza suele ser no mostrar óleos de aquellos pintores que además han producido dibujos o acuarelas. Se hace así porque los óleos ya son suficientemente conocidos, no porque no se aprecie y renonozca su importancia y valor.
 


  Sobre la técnica de Rembrandt como grabador, así como acerca de su forma de trabajar, es muy illustrativa la obra Rembrandt's Etching Technique: An Example, de Peter Morse. En ella se analiza un grabado, mostrado a continuación, así como varios bocetos previos de distintos lugares que Rembrandt, ya en el estudio, reúne en esta obra más cuidada. Nos explica las tramas usadas para las sombras, el trabajo de línea, así como el proceso de grabado con punta seca, una de las técnicas de grabado que Rembrandt utilizaba, ayudado por el uso de una plancha de cobre previamente amartillada, que le daba una mayor dureza y lisura. Ello permitía un trabajo más delicado, pudiendo grabar en todas direcciones sin tropezar con granos en el cobre, como ocurre con el cobre laminado actual, de igual forma que su dureza permitía obtener hasta cincuenta grabados de la mayor calidad.
   En el enlace a la exposición organizada por las Bibliotecas de Francia y España, junto con la Caixa, podemos ver distintos estados de un mismo grabado, pues Rembrandt solía hacer pruebas impresas mostrando los avances de una obra. Resulta enormemente revelador de su forma de trabajar.
   El genio de Rembrandt está presente en sus grabados y dibujos de forma tan patente como en sus óleos. Sus temas, sus autorretratos, su clarooscuro, su fuerza, su composición... Si el claroscuro es su principal aportación a la pintura, en la evolución del grabado  su papel ha sido fundamental, posiblemente el mejor grabador de todos los tiempos.









   Hemos visto que entre sus obras abundan los retratos. Muchos de ellos de su persona, mostrando momentos de su propia vida, sus emociones y sentimientos. Cuando mira a los demás lo hace con simpatía, siempre saca lo mejor de sus modelos, cuya humanidad muestra con cercanía. Sobre las obras del barroco, afirma Juan Carrete Parrondo en su libro sobre Rembrandt: 
"(...) la intencionalidad del artista barroco al crearlas era la de atrapar al espectador en su primera mirada, que no pasaran desapercibidas, para lo cual se sirvió fundamentalmente de dotar de un gran protagonismo a la luz y a los efectos visuales que produce. Son obras que se imponen y sorprenden al espectador por sí mismas, pero también es necesario hacer un pequeño esfuerzo para llegar a descubrir algunos aspectos que no están explícitos. El arte barroco no solamente va dirigido a los sentidos, es principalmente un ejercicio intelectual."
     En Flandes ya no existe el patrocinio de la iglesia católica, la corte o la nobleza, principales clientes de los artsitas hasta entonces. Desaparece el mercado de pinturas y retablos para las iglesias, temas mitológicos para los palacios y los grandilocuentes retratos de los nobles y sus familias. En palabras de Juan Carrete 
"Surge un mercado de obras de arte a medida de la nueva burguesía que necesita hacer visible su prosperidad y riqueza por medio de costosas obras de arte que describieran con realismo el paisaje rural y la sosegada vida cotidiana de la ciudad, junto con intimistas y edificantes escenas religiosas, y sobre todo encargos de retratos tanto individuales como colectivos de los nuevos burgueses que poseían el poder político y económico. Interesaba tanto la forma y la materia de la obra de arte como su significado, su intención. Sin olvidar el placer de la mirada."


   He procurado mostrar en esta entrada del blog diversas facetas del trabajo de Rembrandt, como grabador y dibujante, con aguadas, lápiz, tíntas aplicadas con cálamos o plumas de ave, incluso acuarelas. También la diversidad de sus temas: retratos, escenas domésticas y religiosas, autorretratos, animales, paisajes... Dada la abundancia de materiales, tanto imágenes como textos, se sugieren enlaces en la bibliografía final para permitir profundizar en la vida y obra de este artista genial.



   Rembrandt también dibujó muchos animales. Entre ellos el elefante anterior, una elefanta llamada Hansken que fue llevada por la Compañía de las Indias Orientales a Holanda desde Ceilán. Recorrió media Europa (Hamburgo, Bremen, Rotterdam, Leipzig...) y llegó a Florencia, donde también fue pintada por Stefano della Bella. Como el tema me interesa, seguiré buscando. Por lo pronto, he recordado "El viaje del elefante", de Saramago.
 

   Para elaborar esta entrada se han manejado muchas fuentes. Afortunadamente sobre un autor tan conocido el problema es seleccionar entre lo mucho disponible, más que apurar búsquedas para encontrar cuatro datos y escasas imágenes, como suele ocurrir cuando busco acuarelistas antiguos, y más si son españoles.
   Sobre Rembrandt podemos encontrar en la red una abrumadora cantidad de información. Entre los enlaces más relevantes que he encontrado se sugieren los siguientes, especialmente el primero de ellos. En el British Museum es posible examinar una gran colección de sus grabados, de su escuela y sus imitadores, minuciosamente descritos. Ha sido la fuente fundamental de donde han salido muchas de las obras de esta entrada.
   Se relacionan, como digo, los lugares que ofrecen un contenido más interesante, y de paso se muestra cuál suele ser el método de trabajo para elaborar las entradas del blog referidas a pintores y dibujantes. Casi siempre se recurre a las mismas fuentes, bastante abundantes ya y que tal vez puedan servir de ayuda a quien quiera emprender cualquier estudio sobre otro autor. Para una investigación mínimamente seria, lógicamente no basta una simple búsqueda de imágenes en Google.
   En Wikimedia Commons, podemos encontrar muchas y buenas imágenes de obras de Rembrandt:
   En Gutenberg Project: Hay una buena colección de libros sobre la obra de Rembrandt, muchos de ellos magníficamente ilustrados:
   En las Bibliotecas de Archive.org encontraremos docenas de libros sobre Rembrandt y su obra. Entre ellos:
CONTEXTO HISTÓRICO

   No está demás recordar que, hasta la paz de Westfalia en 1648, los Países Bajos estaban bajo soberanía española y alemana, o al revés, pues, aunque la historia puede escribirse de muchas maneras, de hecho así sucede, la realidad es que quien, hablando francés y algo de flamenco, —y no de Sevilla— gobernaba desde Valladolid el imperio español en los inicios del siglo XVI era Carlos de Gante, nacido en Bélgica y señor de los Países Bajos desde 1515. En 1518, en la jura como rey por las Cortes de Castilla presididas por el flamenco Juan de Sauvage, a las que, aprovechando la ocasión, sacó 600.000 ducados, recibió de tal institución estas cuatro peticiones: que aprendiera español, que destituyera a sus consejeros flamentos, que dejara de sacar de Castilla oro y caballos y que diera un trato humano a su madre, la reina Juana. Cero votos, pensaría él.
   Debió molestarle, porque se fue al reino de Aragón, que también había heredado (como administrador mientras viviera la reina Juana), abandono que molestó a los castellanos. Tras la aportación de Aragón de otros 200.000 ducados, se fue para Barcelona donde, pasado un año, conoció la noticia de que había conseguido ser nombrado Emperador. No consta que en la ciudad condal encontraran calor sus nuevas demandas económicas, por lo que tuvo que convocar Cortes en Santiago de Compostela para reunir efectivo y costear los gastos de la coronación, que se le ponían en un pico. Se negaron en Santiago y, convocadas nuevas Cortes en La Coruña, en reñida votación, ganada por un voto, consiguió el subsidio de los 400.000 ducados que necesitaba. Nos dejó como regente al cardenal Adriano de Utrech y se fue para Alemania, como Pepe.
   No fue, por tanto, un español quién heredó Flandes, sino que fue este Carlos I (Karl V en Alemania) quien nos recibió como herencia, según testamento de su abuelo Fernando II de Aragón que le nombraba gobernador y administrador de los reinos que, teóricamente regía Juana la Loca. Digo teóricamente pues Fernando la había encerrado en Tordesillas. Carlos, más tarde, consideró que allí estaba bien y en Tordesillas quedó confinada hasta su muerte.
   Cuando Carlos llegó a la península para tomar posesión de la finca, que se extendía por medio mundo, desembarcando en el puerto de Tazones (Asturias), hemos visto que ni siquiera conocía el idioma de sus amados súbditos. Cuando los tercios españoles fueron a luchar contra protestanes y calvinistas en Alemania y en Flandes, llegaron  enviados por un emperador nacido allí, que no hablaba español y que no quería que la Reforma triunfase en su país de origen. El Duque de Alba y sus tercios no defendían los intereses de Castilla precisamente, que era, como siempre, quien se arruinaba pagando los gastos y se despoblaba proporcionando los soldados.
   Tampoco conocía nuestro idoma en 1700 Philippe de Bourbon, duque de Anjou y nieto de Louis XIV de Francia, quien nos enredó, como siempre ha ocurrido, en su guerra dinástica contra el otro pretendiente, el archiduque Carlos, que tampoco era de Ciudad Real, pongo por caso, sino de Austria. 
   Como consecuencia de estas ambiciosas y miserables disputas por herencias familiares entre las dinastías europeas, después de poner los muertos y los caudales, los nativos aún seguimos mirándonos de reojo entre nosotros.
   Fin de la disgresión histórica.