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sábado, 26 de marzo de 2011

Edgar Wigram - Northern Spain II. Watercolors - Acuarelas

 Segovia. Iglesia de San Miguel
    En esta segunda entrega acerca del libro anteriormente descrito y referenciado, se muestran algunas acuarelas más de las contenidas en la obra. El texto, como ya se dijo, es el que se puede esperar de un atildado inglés recorriendo los pueblos españoles de finales del S. XIX.

  Salamanca. Plaza de la Verdura

     Puerto de Pajares
       No me resisto a traducir, intentando mantener el tono original, lo referido a la comida española, de cuyos peligros ya venía advertido. Pronto rechaza estos recelos y prejuicios. Es en Laredo donde hace un primer comentario saliendo en su defensa contra lo que considera “excesiva e innecesaria aprensión”. Una taza de chocolate que come, no bebe ni toma, dado su espesor, y en el que moja pan,  le resulta un desayuno nada despreciable, que compara con el café con leche francés. Un vaso de agua fría para empujar y limpiar el dulzor, completa la degustación.
    No deja de apuntar, que los campesinos desdeñan esta nueva moda y se contentan con un trago de vino o un “dedal” de aguardiente. Si bien no lo considera recomendable para la salud, indica que el viajero debe adaptarse a todo.

  Cáceres
 Burgos. Arco de Santa María
    La hora de la comida varía, pero se anuncie para la hora que se anuncie, siempre se sirve media hora después. La considera como un banquete muy sustancial, con media docena de platos. Empezando por unos huevos, seguidos de un plato de judías o garbanzos, o bien arroz guarnecido con pimientos, acompañado inmediatamente por otro con carnes, tocino y embutidos guisados. Ambos platos pueden ser comidos por separado o juntos, según la presencia de ánimo del viajero. Después, un estofado, que él llama “la celebrada olla podrida”. Le sigue, para su asombro, según indica, un tardío pescado, un bistec con ensalada y, en caso de no haber quedado satisfecho, queda un apéndice. Siempre y en todos los lugares se sirve queso con carne de membrillo, que él considera un verdadero acierto. Los domingos, en las mejores fondas, se sirve un pudding de caramelo. Siempre, se finaliza con fruta, de la mucha y barata que hay en el país. El vino, ad lib. El agua, refrescada en unos porosos recipientes de cerámica que la conservan fresca, cosa extraña para él, pues no hay botijos en Inglaterra.

  León. Plaza del mercado y Ayunamiento
    Los intervalos entre plato y plato, son dedicados a las olivas y a fumar, para su asombro. La cena viene a ser lo mismo, con excepción de los huevos del principio, sustituidos por una sopa. Opina que el ajo, tan denostado, se utiliza con mesura y que es el aceite, quien está presente en todas las elaboraciones.

  Béjar
    Después de comer, al café. Según él, frecuentado más después de la comida que por la noche. Muchos dormitan en él. Se toma café con un brandy anisado, anunciado en el bar, según él, con estas estimulantes palabras: “Anis Infernal. Hecho de los peores vinos del Priorato. Ni es tónico, ni digestivo ni reconstituyente. Nunca ha sido premiado en ningún concurso”. Además de buena comida, reinaba el buen humor por aquellos lares.

Cangas de Onís

  Dueñas
    La partida de dominó, para él una actividad atlética y excitante en la forma en que en España se juega. Las fichas han de ser golpeadas contra el mármol con toda la fuerza posible, resonando en el bar como una descarga de mosquetería, lo que, en caso de dudar sobre dónde se encuentra el bar, por este estruendo podrás encontrarlo inmediatamente.
  León. Iglesia de San Isidoro

Miranda de Ebro
  Plasencia

 Oviedo
Alcázar de Segovia

Padrón. Nuestra Señora de la Esclavitud

 Tuy y Valencia do Miño
     

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