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sábado, 18 de noviembre de 2017

Árboles. Texturas en acuarela II

   Esta es la segunda entrada dedicada a este tema. En la primera, en este enlace,  ya explicamos algunas de las técnicas que utilizo para dar textura a las cortezas de los árboles, suelos y piedras.
   En la primera de las acuarelas, un olmo pìntado sobre un Garzapapel, que tiene una textura media, se recurre a varias de estas técnicas, ya que el papel por sí mismo no va a resaltar excesivamente esas rugosidades.
  • Utilización de pigmentos que ya aportan textura, en este caso algunos Primatek de Daniel Smith, como el lunar black o la sodalita, azul oscuro.
  • Trazos rápidos a lo largo del tronco o del suelo, procurando buscar el grado adecuado de humedad en el pinel, más relieve cuanto más seco.
  • Rascados con cuchilla o cutter antes de dar el color. Cuando se aplica, los trazos marcados se oscurecen, rota la superficie del papel, lo que hace que el pigmento se infiltre. Produe líneas oscuras. El efecto es parecido si se rasca el papel con el baño de color recién aplicado.
  • Rascados antes de que se seque totalmente. Abre blancos parcialmente, produciendo líneas rugosas y discontínuas. Vale para la textura o para sugerir ramas iluminadas.
  • Rascados en seco. Una vez el color cubre el papel, ya sin humedad, con el cutter se rasca suavemente en la dirección conveniente, marcando arrugas y grietas. Si se hace de forma más rápida y enérgica, se producen líneas discontínuas, casi punteadas. Haciendo pruebas se acaba consiguiendo, dentro de lo que cabe, lo que se pretende en cada caso.
  • Últimas pinceladas rápidas en seco con un color oscuro. Como el papel está lleno de arañazos y pequeñas zonas rugosas, estos trazos acaban marcando los bordes de esas heridas en el papel. Esto aporta mucha textura, granular y de gran relieve.
En esta otra acuarela, basada en una foto de José Manuel Vilaboa Bernárdez, se recurre a los mismos procedimientos explicados. Si se aplican sobre un objeto, tronco en este caso, puesto sobre un fondo liso y difuminado, aún se resaltan más texturas y relieves.


   Los dos dibujos anteriores, con pastillas ArtGraf, de grafito o de otras tierras y pigmentos solubles, en una gama que va del blanco al negro, pasando por los amarillos, sienas y marrones. También existe en azul, no utilizada aquí.
    Esas pastillas, con la forma de las tizas de sastre, pueden utilizarse para pintar directamente, tanto para dibujar como para dar textura una vez seco el dibujo. Es lo que se ha hecho en estos dibujos. hay trazos como de lápiz carbón. Otos, aplicados con pincel, parece témpera blanca, cubriente o traslúcida, según la dilución.
Aquí se ve ampliado el efecto granulado del pigmento de magnetita de Kremer, que es el mismo Lunar Black de Daniel Smith. Trazos finos y rápidos y algunos granos de sal Maldon.
   Igual, añadiendo algunos rascados previos.
 Las pinceladas rápidas dejan algunos puntos sin cubrir. el blanco del papel refuerza la textura.
   Granulado del pigmento, superposiciones transparentes que añaden profundidad, rascados finos previos.
Granulado del magnetita y otros pigmentos Primatek, como Lunar Red, Lunar black, y otros.
   Rascados mientras el pigmento aún no ha secado del todo. Cuanto más seco, más marcados quedan.

    Degradados mezclando ocres con Lunar black.
O con sodalita de Daniel Smith.
Aprovechando el distinto grado de tendencia a sedimentar de las tierras con los azules cerúleo o cobalto.
Más probaturas con pigmentos con distinto grado de sedimentación, algo que depende del tamaño de las partículas, peso y del grado de molienda del pigmento.

   Estos colores muy granulares, minerales molidos con gruesas partículas, producen un marmoleado espontáneo, que se puede aprovechar para producir textura, eso sí, dejándoles hacer, porque los resultados son bastante imprevisibles. aunque siempre se puede inclinar el papel para hacer que las partículas más pesadas y oscuras se depositen en la zona deseada.
    En este caso, se hicieron unas incisiones muy finas con el cutter antes de aplicar un baño de siena tostada, procurando oscurecer un lado y sugerir luces y combras.
    Aplicación de un film de cocina arrugado sobre el pigmento mojado. Los pliegues quedan marcados una vez seco.


Más pruebas aplicando varias de las técnicas ya descritas. Algunas manchas amarillas o verdosas pueden sugerir el musgo.


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