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miércoles, 19 de agosto de 2015

Exposición en Alpera - Agosto 2015

   Bueno, pues ya hemos cerrado la exposición de mis acuarelas en Alpera, inaugurada el pasado 7 de agosto a las 8 de la tarde, entre rayos y truenos y más agua que cuando enterraron a Huevoduro, que aún no han encontrado a los del duelo. Muchos valientes se atrevieron a salir a la calle para acercarse a la exposición. Incluso algunos amigos se lanzaron a la carretera para desplazarse hasta Alpera en unas condiciones que no lo hacían muy aconsejable, con zonas inundadas y el pantano de Almansa rebosando una catarata de agua por encima de la presa. Mi amigo Alfonso Ruíz vino en un taxi desde La Roda, al que tuvo esperando hasta que terminó el acto. No se pudo esperar a probar los vinos de Alpera.  Muchas gracias a todos los asistentes y también a quienes no pudieron acudir.

   Durante estos días hemos estado de nuevo en Alpera, disfrutando de amigos, vinos de allí, cafés y buena conversación. Decir que ha sido un éxito sería quedarse corto. En todos los sentidos. Muchas gracias.

   Para no abrumar esta entrada con un  número excesivo de fotos, se adjunta una presentación de imágenes. En ella se pueden ver a pantalla completa fotos de la exposición, asistentes y gran parte de las acuarelas expuestas, que ya se conocen por entradas anteriores del blog. 

Created with flickr slideshow.


   Quienes presentaron la exposición, Cesárea, la alcaldesa y María, encargada del área de cultura en el Ayuntamiento, fueron alumnas mías, como docenas y docenas de visitantes a la exposición durante estos días. Lamento no haber tenido tiempo de contar los asistentes, siempre presentes en la sala, menos de hacerme una foto con cada uno de ellos, pero más de un millar de personas han pasado por allí. La mayor parte de las acuarelas se han quedado en Alpera, aunque algunas viajarán con sus dueños a Valencia, Madrid, Alicante, Albacete o Japón. Muchas gracias a todos. 

   No es cuestión de repetir los excesivos elogios recibidos durante estos días, exagerados y seguramente originados por el afecto que de nuevo he comprobado que me guardan después de tantos años. Hace 36 que llegué a Alpera como maestro y 24 que me fui de allí. Mis primeros alumnos rondan la cincuentena. Sí repetiré algunas cosas de las que dije contestanto a la presentación. Una que debo de haber muerto, pues no es habitual recibir en vida tales reconocimientos y flores. Otra, que en Alpera, a pesar de mi pelo largo y mis costumbres, sentí respeto por mi profesión y aprecio por mi trabajo. En un grado que nunca he vuelto a experimentar. Me quejaba en una epístola anterior, redactada con motivo de mi jubilación, que no había sentido que mi oficio fuera especialmente valorado por la sociedad. Hay que rectificar que aquí, en Alpera, lo fue en su momento y lo sigue siendo 36 años después. Emociona que hombres y mujeres hechos y derechos te den un abrazo y hablen con agrado de tu trabajo con ellos en la escuela cuando eran niños. Es curioso que muchos te recuerden especialmente no por la lengua, la literatura ni el inglés, sino por las clases de dibujo, por las técnicas e ideas que aún recuerdan y que algunos siguen practicando, pues muchos dibujan y pintan hoy en día, según ellos, gracias a mi. Voy a dejar el tema, que chocheo. 

   Además de a Cesárea y María, también tuve el apoyo constante de Rafael Jara, buen amigo y biblioteario de Alpera, vecino de la sala de exposiciones de la Casa de la Cultura. Para colgar los cuadros, montar los paneles, rotular, etc, su ayuda fue imprescindible, junto con Isabel Egido y Luis Piqueras, que fueron quienes pensaron que merecía hacerse esta exposición y lo propusieron al Ayuntamiento de Alpera. Gracias a todos ellos. Y a Rafa Soler que durante mis años allí fue como un hermano, —y así lo sigo considerando—, y a otros amigos de Alpera, demasiados para nombrarlos a todos.

   Decía también en la inauguración que esta exposición se celebraba en un pueblo conocido en todo el mundo precisamente por unas pinturas, las de la Cueva de la Vieja. De forma que tradición hay. Además de Jesualdo Gallego Navajas, discípulo de Sorolla nacido aquí, varios pintores han sentado sus reales en Alpera. Entre ellos Jim Bird y Ellis Jacobson. En las fiestas de agosto del año pasado la exposición estuvo dedicada a Ellis y a sus obras. Precisamente en su casa de La  Laguna he estado alojado durante estos días, gracias a Luis Piqueras que la cuida desde que Ellis murió. A unos metros, la de Jim Bird. El paraje es una delicia, como todo el entorno de Alpera, con agua abundante, montañas y arboledas. Tomar café por las mañanas antes de acercarnos al pueblo para la expo, viendo ese paisaje, a los burros que corretean sueltos por allí, escuchar a los gallos y el rumor de las acequias, era reconfortante. En las idas y venidas siempre se encuentra uno con algo que dan ganas de parar a pintar.


9 comentarios:

  1. Al ver tu colección de fotografías, de la inauguración, y verte tan" MUDAT ", no he podido mas
    que ir a cambiarme de vestido, para visitar tu exposición.
    Comentar todas tus obras, sería osadía doble, por presuntuoso y por falta de tiempo.
    Que exposición !!!.... y que exitazo... empezando por la acojida, que se percibe en tus foos,
    y lo mas importante, tu magna y magnífica colección presentada.
    Alas fotos me remito, bellos paisajes, buenas vistas urbanas, flores, dibujos a lápiz..., tintas...
    coloreados..., y como traca final... Tronco, que troncos... !!! un verdadero muestrário de como
    son y que bien se pintan. Te felicito, y felicito a los muchos, que digo muchos, muchísimos
    que han tenido la suerte, que les ha brindado la oportunidad, de poseer una obra tuya, que
    embellezca su existéncia.
    Felicitaciones extensibles a todos los tuyos, grandes amigos incluidos.
    Si por aquellas cosas, tu traje criara... guardame uno de pequeño.

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    1. Muchas gracias, Fernando, por lo que dices.
      Sobre la indumentaria, cuestión de respeto hacia la alcaldesa y concejales que representan al pueblo que me acogió a mi durante años y ahora a mi exposición. Suelo ser bastante informal vistiendo y ahora es cuando más corto llevo el pelo desde que recuerdo. Cuando iba como director de mi cloegio representando a más de treinta compañeros, me ponía un traje y corbata. Y una soguetilla. Cuando quieras te lo presto, pero te vendrá bastante holgado.
      Había muchos paisajes y árboles en la expo, sobre todo olivos y encinas centenarias. En la presentación de fotos sólo unas 50 del principio corresponden a esta exposición (se colgaron 67 acuarelas). No puedo evitar que Flickr muestre después las imágenes que había colgado anteriormente, aunque están en otros álbumes.
      Un abrazo.

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  2. Joer Pepe... Te lo has currao... sí, pero el resultado alcanzado y el aprecio ganado hace que haya valido la pena. Me alegro por ese exitazo!! Te lo has ganado!!! He seguido tu evolución en el vídeo y en directo, desde más o menos tus inicios y compruebo que ya apuntabas... en aquellos años, principios de esta década, más o menos cuando seguramente nos conocimos, a través de este medio. Al principio, basado en pluma y tinta y que tu afán de saber más, te hacía investigar sobre plumillas y tintas. Ese fue tu origen a este mundo, como lo fue el mío. Chico has conseguido vencer todos los obstáculos y has llegado a donde acabas de llegar. Pero eso será el principio de un futuro aún por llegar.
    Me alegro mucho viendo que eres querido y por haberte sido reconocido. A seguir!!!
    Y... de verte tan guapo y distinguido,,, y... con esos pelos!!!
    Espero que te veré en Huesca, a pesar de la distancia. Algo que me daría un enorme placer.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias, amigo. Sí me lo he currado. 67 acuarelas pintadas en unos tres meses en su mayor parte. Contando las descartadas salimos a una diaria. Cuatro o cinco horas pintando, cuando no más, durante una larga temporada. Por eso he abandonado otras cosas. A la fuerza.
      Lo de las acuarelas siempre ha sido un reto para mi. Sólo ahora van saliendo cosas que no me produce vergüenza enseñar. Lo mío, como sabes, es el dibujo, y me cuesta más resumir, eliminar, sugerir... en ello estamos y algo vamos avanzando, aunque queda mucho por aprender.
      Vestido con el traje de las bodas. Para las grandes ocasiones. Los pelos alborotados. Eso tiene peor arreglo.
      Lo de Huesca lo tengo crudo por las fechas. Ya os contaré. De todas formas haré lo posible, pero mucho me temo que lamentablemente esta vez no podré estar. Y no por la distancia, que los km no me espantan y el lugar y la compañía son inmejorables.
      Ya hablaremos.
      Un abrazo, Joshemari y gracias por tu comentario.

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    2. Será una gran pena el no verte por Huesca. Comprendo tus motivos.

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  3. Querido Pepe,
    Te recuerdo nítidamente mirando por una de esas ventanitas de las aulas prefabricadas, buscando el paisaje o la luz o la temperatura, que cambiaban fuera. O quizá querías atisbar si llegaba Virginia que, a veces, venía en los recreos y entonces se te veía feliz. La sensibilidad y la delicadeza de tu mirada, de entonces y de ahora, están en tus acuarelas y en tus fotografías (he disfrutado con ambos apartados en el blog). Fue una suerte poder ver la Exposición en Alpera y te felicito por ella, pero la alegría de veros a ti y a Virginia fue mucho mayor.
    Un abrazo fuerte para los dos.
    PD.: He visto "Artimañas" en Facebook, pero prefiero el blog; aquí me parece estar a cobijo; allí a la intemperie...

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    1. Muchas gracias, Maríajosé.
      Yo también recuerdo esos años en las prefabricadas, luego en el cole nuevo, luminoso y lleno de macetas y dibujos por las paredes. Y a los compañeros, que siguen siendo amigos. Y sobre todo a mis alumnos de entonces, también amigos ahora, con los que puedes tomar un café y recordar batallitas, sonriendo al ver cómo se esfuerzan en llamar Pepe a don José, algo que hay quien no consigue superar. Incluso les pasa a las personas mayores. Una de ellas con 90 años, que tú y yo conocemos, me decía el otro día al cruzarnos por la calle: "Hombre, don José, el maestro de mis hijos", mientras me daba un abrazo. En Alpera, a veces, me rebasa la situación, no comprendo qué se me agradece, por qué se me recuerda. Como todos los maestros no hice más que cumplir con mi obligación lo mejor que supe. Si acaso, que me quedé a vivir en el pueblo desde el pirmer día que trabajé allí y me metía en todos los fregados.
      En todo caso, es reconfortante encontrarse contigo y con muchos otros antiguos alumnos convertidos en amigos adultos de los que uno está orgulloso. Un maestro, para bien o para mal, es inevitable que pase a formar parte de la vida de sus alumnos. También ocurre a la inversa, especialmente en un pueblo pequeño, donde convives con todos ellos y los ves crecer. Unos se van fuera a estudiar, lo niormal en Alpera, otros te atienden en el ayuntamiento, el banco, el bar o el taller, te venden el pan o elaboran un buen vino. O presentan tu exposición como alcaldesa.
      Emocionante. Por eso este pueblo es para mi el mejor del mundo.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Debo estar tonto, porque lo que he escrito antes lo he perdido. SI ves un duplicado, disculpa. La edad y la tecnología no siempre van de la mano. Te daba la enhorabuena y lamentaba que, a causa no sólo de la distancia, no haya podido visitar tu exposición. Y que, aunque mi racionalidad lo niega, a veces mi corazón me d a entender que eso que los orientales han dado en llamar el karma, existe. Que, aunque a veces tarde, o fuera de lugar, acabamos sembrando lo que recogemos y el universo, en un instante, equilibra aquello que llamamos nuestra vida. Lo he sentido hace unos momentos, mientras leía tus comentarios sobre la exposición, tus antiguos alumnos que ahora pintan, todas esas coas pequeñas y hermosas...
    Un abrazo y reitero mis felicitaciones, José.
    Fernando
    p.s. Por cierto, no sabía que también tenías féisbuk. A ver si entro.

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    1. Gracias Ferdinandus.
      Como es habitual, comparto lo que dices, pues es cierto que a veces los astros se alinean para equilibrar cierta cosas. En el caso de Alpera, como en las buenas cosechas, el grano da ciento por uno y se recibe mucho más que lo que uno dio. Eso viene a compensar otros lugares y momentos en que uno siente que tu trabajo no vale para nada, que ni lo aprecian los de arriba ni lo valoran los de abajo. Tal vez por eso, la de maestro de escuela sea un oficio tan especial. Y hermoso.
      Sí, tengo FB. Era reacio, pero es allí donde he podido contactar con cientos de acuarelistas y dibujantes, viendo en tiempo real lo que van pintando. Luego la cosa degenera y acabas haciendo una foto a la paella con el mar detrás, que uno tiene sus momentos de dibilidad.
      Un abrazo.

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