Creo que ya he pintado demasiadas acuarelas para esta exposición. Seguramente habrá que dejar algunas fuera, lo que también conviene, pues no todo hay que darlo por presentable. Desde luego claro queda que tema hay en Alpera y su comarca, pues muchas cosas han quedado en el tintero. Desde el pozo de la nieve, impresionante y bien conservado, rincones de sus calles, zona de las cuevas, algunas aldeas rodeadas de parajes muy pintables, el castillo de San Gregorio, hasta alguna otra que haga justicia a los caminos impresionantes del poblado ibérico de Meca, que sólo estará representado por una acuarela. Pero ya tengo enmarcadas unas 40 y más allá puede resultar excesivo para colgarlo con holgura en la sala.
Visto ahora, he pintado más de lo que yo esperaba en los últimos meses, pues conforme pintaba iba eliminando otras que había ido haciendo desde principios de año, por no tener a Alpera como tema o por otros motivos.
Predominan los paisajes y los árboles, que la cabra tira al monte, aunque se han incluido algunas acuarelas con otros motivos, como la iglesia de Santa Marina, la ermita de San Roque, alguna calle y las viñas rojas de tintorera, tan típicas de la zona, vistas de cerca y de lejos.
Los pigmentos usados han sido de Daniel Smith, como ya va siendo habitual, con algunos otros de Kremer y cadmios de W&N o Rembrandt. Se nota por la granulación. En las fotos no se puede percibir el efecto de los puntitos brillantes que reflejan la luz por las partículas de minerales cristalinos de algunos de los pigmentos utilizados, especialmente la amatista, sugilite y algunas tierras. Da lástima ponerles el cristal al montarlas pues muchos de esos brillos y reflejos se pierden.
Con tantos paisajes nos hemos tienido que ver a menudo luchando con los verdes. Siempre de Daniel Smith, jadeíta, perilene, serpentine, sap green oscuro y poco más. Eso sí, casi siempre matizados con otros colores de los utilizados en cada acuarela, a menudo oscurecidos con ese azul profundo y transparente, similar al índigo, pero que aumenta exageradamente la granulación, que es la sodalita. Eso de pintar con piedras semipreciosas tiene su aquel. También a la hora de comprarlas. Al menos ya están disponiles en España, sin tener que pedirlas a Estados Unidos como ocurría hasta principios de año. Ya podremos reponer sin problemas los tubos que se van acabando, como el lapislázuli o el jade.
Salvo cuatro o cinco acuarelas, toda la exposición se ha pintado sobre papeles de Garzapapel, que cada vez controlo mejor. No encuentro papel mejor. Ni busco más. Eso mismo me ocurre desde hace tiempo con los pinceles de Escoda y, para un catacaldos como el que firma, tener algunas de esas cosas claras por solucionadas es muy importante,
Salvo cuatro o cinco acuarelas, toda la exposición se ha pintado sobre papeles de Garzapapel, que cada vez controlo mejor. No encuentro papel mejor. Ni busco más. Eso mismo me ocurre desde hace tiempo con los pinceles de Escoda y, para un catacaldos como el que firma, tener algunas de esas cosas claras por solucionadas es muy importante,
Si los pigmentos de Primatek añaden mucha textura, igual que hacen las tierras de Kremer, especialmente el negro de magnetita, que Daniel Smith vende con el nombre de Lunar Black, exactamente el mismo que el de Kremer, la transparencia mayor es la de los tonos de las quinacridonas de Daniel Smith, con toda la gama desde amarillos hasta violeta, pasando por todos los rojos imaginables. Algunos son de una delicadeza sublime. El violeta, a veces reforzado en las sombras por amatista es verdaderamene una maravilla.
Aunque tengo muchísimos colores de Daniel Smith, aún me faltarían dos tercios del catálogo inmenso, a pesar de que en cada acuarela se utilicen muy pocos, pero siempre procuro experimentar con pigmentos nuevos, especialmente las tierras, tantas, tan diferentes y tan atractivas, y hay que dedicarle tiempo a llegar a conocerlas para elegir en cada momento la más adecuada.
Por último se incluye un paso a paso de una acuarela sobre la ermita de San Roque, edificio de 1775, si no recuerdo mal. Poca explicación necesita, sólo llamar la atención sobre esa variedad de tonos tierra, ocres y marrones de que hablaba.