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domingo, 27 de enero de 2013

Dibujos con pluma y tintas - Paso a paso - 2º ANIVERSARIO


   En primer lugar, un brindis. Por mi blog, que cumple ahora dos añitos, por vosotros y por mi, que cumplí 59 anteayer. Chartreuse en vaso de hielo, bebida monacal y digestiva, mientras miro que mi orquidea y mi violeta africana han vuelto a florecer. También se encuentran a gusto en este rincón, haciéndome compañía y alegrándome la vista. Las tengo que dibujar.
   En segundo lugar, daros las gracias a quienes seguís mi blog y tan generosos sois en vuestros comentarios hacia lo que en él se muestra, tanto ajeno como propio. Hace un año, me asombraba de haber recibido 43.343 visitas. Ahora mismo son 216.840. Es decir, 174.497 visitas en este segundo año de vida. Abrumador.
   De esos puntitos rojos que día a día van dibujando el mapa, muchos señalan el lugar donde tengo un amigo, pues muchos y muy buenos he hecho en estos dos años. Gracias de nuevo por dedicarme algo tan valioso como vuestro tiempo. En algunos de mis marcapáginas escribo por detrás: "Valora a quien te dedica su tiempo. Te está dando algo que nunca podrá recuperar".
   Dicho lo anterior, vamos con los dibujos a pluma estilográfica, tintas y aguadas. Este primer dibujo es una interpretación de una obra de Claude Lorraine (1604-1682). Muestro un paso a paso para ver el proceso seguido, desde el dibujo inicial, con una estilográfica caligráfica china que hace trazos de diversos grosores, hasta el resultado final.

   La tinta es Café des Îles, de Herbin. El papel, Canson Dessin Blanc Imagine, de 200 gramos, en DIN-A4. Como véis, el dibujo es rápido, sin entrar en detalles. Únicamente encajando los elementos y dando las primeras valoraciones en las zonas más oscuras. No conviene dar detalles que se perderán con el agua ni cargar las tintas pues deben quedar zonas de luz, incluso el blanco del papel en zonas concretas.
   El segundo paso, con agua limpia y un pincel suave, es este caso un Escoda ÚLTIMO, de la serie Cembranelli del número 10. Es de fibra sintética, pero con la suavidad y respuesta del petit gris. Maravilloso. Ya hablaremos de estos pinceles más despacio. Con él se extiende la tinta en las zonas necesarias, sin excesivo cuidado, sin hacer detalles todavía.
   En la imagen anterior se ve cómo se han ido reforzando algunas zonas de sombra, con tinta diluida aplicada con pincel, y cómo se han ido dibujando detalles y recuperando líneas borradas por el agua aplicada. En realidad son dos cosas que se van haciendo a la vez, pues sobre las zonas todavía húmedas se consiguen líneas difuminadas que se van fundiendo y aclarando al secar. Como se ha hecho en casa, no en la calle, algunas líneas se han hecho con tinta y plumilla. En algunas zonas se añade tinta negra. Después de probar muchas tintas, resulta que algunas que diluidas tienden a dar tonos azulados, combinadas con el marrón cálido proporcionan un tono con tendencia al verde, bastante adecuado a veces para ramajes y vegetación. Habrá que seguir probando tintas. Con la Lamy, por ejemplo, el negro sigue siendo negro o gris.

    Por fin el resultado final. Últimamente no me pregunto qué le falta, sino qué le sobra. Hay más peligro en recargar el dibujo que en dejarlo a medio. Fundamental resulta que queden espacios con el blanco del papel, tanto zonas más o menos amplias, como brillos y puntos de luz.
   Este otro dibujo, a partir de una foto, se hizo ayer con una sola pluma y una sola tinta, también con pincel de agua. Sobre papel grueso de color crema ligero de un cuaderno nuevo. He procurado dar poca intensidad a las sombras, dejando un registro ligero que no de al dibujo un dramatismo que esta escena no necesita.

   Aquí otra prueba con las tintas. Como he fotografiado el dibujo inicial y otros dos pasos, los muestro aquí para ilustrar mejor el proceso que os cuento. Se ve que con pocas líneas puede obtenerse un color incluso excesivo en la primera fase. También hay que señalar que cuando se ha secado la primera capa, las tintas aplicadas no reaccionan ingual al extenderlas con pincel mojado que cuando se hace por vez primera con el papel en blanco. La misma pluma china y la misma tinta marrón de Herbin.

   En el siguiente paso se ha aplicado tinta poco diluida directamente con el pincel para reforzar algunas zonas.
   Esta vez, con tintas azul Quink de Parker y Pelikán 4001. También Lamy Negra. La azul con Montblanc, la negra con una pluma china de trazo grueso. Vemos que la tinta Lamy queda negra o gris al mezcarse con el agua. Ninguna tendencia al azul, morado o rojizo de otras tintas. Todas estas tintas mantienen bien la transparencia.

sábado, 19 de enero de 2013

Dibujos con pluma estilográfica - ÁRBOLES - Pen & ink drawings

   Aunque con los marcapáginas seguimos en primavera, centrados en las flores, no he dejado de pintar árboles, en otoño y en invierno. Normalmente estos estudios de árboles los hago con pluma estilográfica y tintas diversas. Las plumas que utilizo con más frecuencia, de las que ya he hablado en otras entradas del blog son una Osmiroid con tajo coperplate, fino y flexible, y esas plumas chinas caligráficas de tajo doblado que tanto juego dan. También una Lamy Safari, muy suave y fiable.
   Las tintas, varían. Frecuentemente Lamy, Montblanc o Sheaffer negra. Las marrones, Café des Îles, de Herbin, Terra di Siena, de Stipula, varias Montblanc y Delta, italiana.
   Me ayudo de un pincel con agua para extender la tinta en algunas zonas o añadir detalles y fondos diluidos, casi siempre mojando el pincel del mismo tajo de la pluma, cuando ando por ahí. Casi nunca en el tintero.
  De esta forma, los dibujos suelen ser de un solo color, consiguiendo las valoraciones por medio de líneas o con distintos grados de dilución en las tintas.
 
 Los dos dibujos siguientes, árboles y calles de Albacete, sin salir del barrio, se hicieron con un rotulador de pincel caligráfico de Pentel, cargado con cartuchos de su misma tinta, negro intensísimo, prácticamente tinta china que no se disuelve en agua una vez seca. El resultado parece impreso, por la textura y contraste de los trazos. En  este caso, por el tipo de tinta no utilizo pincel de agua después. Son dibujos de línea, aunque el pincel del rotulador permite diferentes grosores y posiciones. Es más difícil de usar que las plumas.

  Una forma tradicional de dibujo es la que emplea tres colores: carboncillo, sanguina y blanco. Sobre un fondo a menudo coloreado, con esos tres colores se consiguen unos resultados asombrosos, especialmente en las carnaciones. Con las tintas, por ahora en papel blanco, voy intentando con mis árboles mezclar un marrón cálido y el negro. Dos plumas estilográficas y un pincel de agua. Hay que actuar rápido y medir muy bien la tinta que vamos dejando en el papel al dibujar, pues es un aspecto esencial. El momento en que se diluye parte del dibujo también es crítico. Si nos esperamos más, varía la respuesta de la tinta, que manchará menos que si se diluye recién aplicada.
   También ha habido que probar con distintas marcas de tinta, pues cada una responde de una forma al agua. Especialmente, hay negros que pueden emborronar todo el trabajo previo o que, diluidos, añaden un tinte morado o rojizo indeseado. En los dos árboles siguientes se muestran los resultados de estas pruebas, al menos por dónde vamos ahora. Hay que experimentar más.
   En este dibujo ocurre lo que os cuento, que el negro ha sido excesivo y se ha perdido transparencia y matices. Ejemplo que deberé evitar. Para eso se hacen estos dibujos, para aprender.
   Otras pruebas, por ahora con poco éxito, han consistido en utilizar acuarela diluida, azul o verde, en lugar de agua limpia para diluir las tintas. También habría que haber dibujado menos, pues hay demasiada tinta y se emborrona y oscurece el dibujo.
   Aquí se han empleado diversas tintas. Además de marrón y negro, una tinta naranja de Herbín. Huele a naranja que alimenta. Tiene un color intenso y agradable que se puede diluir.
    Por último un dibujo de línea, pluma estilográfica y tinta negra.
   Este dibujo se hizo para probar una nueva pluma estilográfica. Una DELTA Fusión, cuyo tajo se presenta como revolucionario, fabricado con dos láminas de metal, acero y oro. Además de por su nobleza, el oro se utiliza en las mejores estilográficas por su resistencia a la corrosión. Un tajo de acero, en principio, es propio de una pluma de peor calidad, aunque sus características técnicas muchas veces superan a las del oro, que por su extrema maleabilidad ofrece menor flexibilidad y resistencia mecánica. El plumín de esta hermosa pluma, une dos láminas de estos dos metales, superpuestas parcialmente. Por un lado se consigue un tajo verdaderamente logrado estéticamente; por otro, se nos asegura que así se unen las cualidades de los dos metales. El oro, acumula y transmite el calor producido por el roce, lo que incrementa la fluidez de la tinta y hace la escritura más fiable y placentera. 
    Ésto es lo que se quería probar. En la Papelería Sanz de Albacete, me han proporcionado con la amabilidad que les caracteriza, una de estas plumas, con tajo fino. Con ella he hecho este dibujo con la intención de hacer cuantas más líneas mejor. Lentas, rápidas, con un lado del tajo, con el posterior, intentando sacar variedad de trazos y efectos, dibujando con una presión mínima o más acentuada... La verdad es que resulta un placer escribir con una pluma tan hermosa, tan cómoda en la mano y que ofrece una respuesta así. Para escribir es excelente. Para dibujar me ha parecido una pluma estilográfica extraodinaria.