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martes, 6 de noviembre de 2012

Pluma caligrafía china - DIBUJOS - Tinta y pincel de agua



  Estos dibujos están hechos con una sola pluma estilográfica. Luego se han terminado extendiendo la tinta con pincel de agua, una técnica ya explicada antes en el blog. A veces se aprovecha que está el papel húmedo para añadir algunos trazos y puntos que se difuminarán al extenderse la tinta. Una vez seco, se realzan algunas zonas o se perfilan pequeños detalles con la parte más fina de la pluma.



   Estas son las plumas. No las conocía y me han sorprendido agradablemente. Tienen un tajo curvado, parece ser que diseñado para trazar los caracteres chinos, lo que permite una gran variedad de anchos de línea según la posición en que la pluma se utilice. 


   Las estoy utilizando últimamente para todo lo que dibujo, que no es mucho. Estos bocetos y dibujos son de octubre y noviembre, muchos hechos en la terraza de la tapería Karmen, donde suelo quedarme a comer algunos días, en la esquina de mi colegio. Tengo aburridos a esos árboles de tanto dibujarlos. Ahora están saliendo hojas nuevas a los rosales y los árboles aún no han empezado a perder las hojas. Pronto vendrán los fríos y no se podrá estar en la calle dibujando mientras se toma uno un café.
    Tengo que recordar cargar una de estas plumas con una tinta negra de verdad, que no se vuelva azul o morada cuando se aplique el pincel de agua.Por ahora, la Lamy y la Sheaffer parece que van mejor que otras. Haremos unas pruebas con todas las que tengo. Una lástima no poder utilizar unas tintas que me ha regalado mi amigo Carlos, como la tinta Berzelius, antigua fórmula con vanadato amónico y ácido gálico, entre otras muchas cosas, como Palo campeche. Como estas plumas no son caras igual me arriesgo a cargarlas con estas tintas maravillosas, aunque igual se me disuelve la pluma a medio dibujo.
    Merece la pena dedicar un artículo a las tintas de Carlos, fórmulas medievales con agallas, taninos varios, y exóticos componentes. Son otro mundo. Están vivas, se van oscureciendo al contacto con el aire. Algunas brillan y casi tienen relieve. Una maravilla. Un día nos tiene que explicar cómo las hace y darnos las recetas.
  También mi amigo José Lorenzo Suárez, en Buenos Aires, tan lejos en  el mapa, y tan cerca en aficiones e intereses, me sugiere fórmulas, con nogalinas o con tanino de quebracho. También sulfato ferroso, como añade Carlos ahora y hace siglos en monasterios como el de San Odón de la Muela... Para Lorenzo tengo pendiente un artículo sobre los maravillosos dibujos de Alejandro Sirio, que conocí gracias a un libro antiguo que él  me regaló. Un abrazo desde aquí, amigo.
   Aquí se pueden ver estas plumas con más detalle. Están bastante bien terminadas, cargan con émbolo y parecen sólidas. Sólo las tengo un par de meses y hay que probarlas más. Si les tomo el pulso, igual hay que comprar más, de otros tamaños y modelos.