1º ANIVERSARIO DEL BLOG

  Las primeras entradas de este blog fueron comentarios acerca de unas acuarelas que había realizado un tiempo antes. Se publicaron el 15 de enero de 2011, es decir, hace un año.  A esas acuarelas se han ido añadiendo dibujos a plumilla, artículos sobre acuarelistas y dibujantes, más o menos desconocidos, referencias y enlaces a libros que tratan los temas que me gustan, muestras de tipos de plumillas a lo largo de su historia...

   También hay narraciones diversas, siempre en torno a mis amigos, a Albacete y al imaginario convento de San Odón de la Muela, en la Sierra de Segura, poblado por frailes que, algunas veces, se dejan caer por nuestros tiempos y nuestros lugares, y se juntan con nosotros en el Nido de Arte a hacer música y tomar una copa.

   Los primeros meses sólo personas cercanas conocían que existía el blog y ellos son, y siguen siendo, habituales seguidores de lo que en él se ha ido publicando. Poco a poco, a esas caras familiares se han ido sumando otras, en principio desconocidas. Ahora lo son menos, pues cada nueva cara que aparece provoca mis pesquisas y visitas a sus blogs, si los tienen o, al menos a su perfil. Muchas gracias a todos por la atención que me prestan y por sus amables comentarios. Sus fotos abren este artículo, pues para ellos se hace todo lo que en el blog se publica.

 Si, al principio, eran pocas las visitas y cercanos los vistitantes, ésto ha ido cambiando hasta un punto que me asombra. En 43.343 ocasiones, hasta el momento en que ésto se escribe, alguien ha considerado que no era perder el tiempo dedicar unos minutos a ver y leer lo publicado en el blog. (107 entradas en 2011).

  Desde 92 países, desde Australia a Groenlandia, de Canadá a la Tierra del Fuego, de Irán a Siberia, en todos los continentes, 9.938 personas, según Google Analytics, han ido perfilando parte del mapa con los puntos rojos de sus visitas. Unas breves y fugaces, otras largas y reposadas. Desde el vistazo ocasional de unos hasta  demorarse otros varias horas examinando la entradas del blog. 

   Más de la mitad de las visitas se dirigen a las plumillas y a los ejemplos de lo que con ellas puede hacerse. Luego las acuarelas. Mis amigos del Nido, con 771 visitas y mi convento y sus escritos, con unas 500, me invitan a visitar a mis frailes para dar cumplida cuenta de lo que allí ha acontecido desde que no les veo, hace ya un par de meses. Ya os contaré.

  La verdad es que se necesita mucho tiempo para dar forma y resumir el exceso de información disponible. El problema no es qué incluir en el blog, sino cuándo hacerlo y qué dejamos fuera.

  Una de las muchas causas de mi ruina es la compra de libros y discos, ahora más escasa y selectiva. Luego, ese libro o esa canción, que en alguna estantería estará, acaba buscándose en la red, aunque uno acabe encontrando algo distinto a lo que se buscaba. Ya hablaba de este problema del método en un artículo anterior. Una cosa lleva a otra y, sin quererlo, uno se encuentra inmerso en un mar de informaciones difíciles de organizar y digerir.

   Quedan pendientes muchos pintores, unos muy conocidos, como Fortuny o Rembrandt, de quienes habrá que hablar, otros, especialmente acuarelistas y dibujantes, hoy en el olvido. Poco a poco. 

   Como hemos dicho, habrá que hacer incursiones al siglo XIX en rescate de sus dibujantes y pintores, y al siglo anterior con mis monjes de San Odón, que viven confiados en la llegada de Carlos III, ignorantes de que les acechan  situaciones como la expulsión de los jesuítas, más guerras con Inglaterra, la invasión de Napoleón, desarmortizaciones, asonadas, levantamientos y guerras civiles, entre otros amables sucesos de nuestra convulsa historia, inmersos a menudo en una ruina nacional que nos empieza a resultar familiar.

   Bueno, pues así como que no quiere la cosa, nos vamos acercando a las 9.000 visitas mensuales, en línea ascendente desde agosto, cosa que nos empieza a abrumar. Muchas gracias a tantos visitantes, a quienes esperamos seguir ofreciendo cosas de su gusto e interés, pues hay por ahí mucho que descubrir, analizar, comentar y, sobre todo, compartir.  

  

   Feliz año y un abrazo a tantos visitantes, habituales o no, cuya atención deseamos seguir mereciendo.