lunes, 26 de diciembre de 2011

Acuarelistas españoles del s. XIX en revistas ilustradas: ÁLBUM SALÓN -2-

OBIOLS DELGADO - Museo de Santa Cruz en Toledo.

    Ya comenté en una entrada anterior del mismo título que habría un segundo articulo para mostrar otras obras de acuarelistas españoles del siglo XIX encontradas en la revista "ÁLBUM SALÓN", de Barcelona. 
   Algunos de los pintores ya resultan conocidos, otros no tanto. Ya vimos algunas obras de Brunet i Fita, de Cousachs, de Galofré... Pradilla, Obiols, Eliseo Meifrén o Estevan, son nuevos en este blog.
FERNANDO-XUMETRA-1903
BRUNET i FITA - La Mezquiita de Córdoba
OBIOLS DELGADO - Parisiense

    Salen, como hemos dicho, de la revista citada, a la que podemos acceder en la Hemeroteca Digital, dentro de la página de la Biblioteca Nacional de España.
BALDOMERO GALOFRÉ - Paisaje
COUSACHS - Regreso de las carreras
FRANCISCO PRADILLA

ELISEO MEIFREN - Marina
DOMINGO FERNÁNDEZ - Boceto para un cuadro
ENRIQUE ESTEVAN - Mniobras de artillería
BONIQUET
DE-FERRER-1904
DE FERRER

ELISEO-MEIFREN-1902





ELISEO-MEIFREN

ELISEO-MEIFREN


ELISEO-MEIFREN
BIANQUIImpresión del Tempolo de la Sagrada Familia que se está construyendo en esta ciudad- -1907
ARMET
JOAQUÍN AGRASOT - 1907
MORAGA-1906
BONIQUET
RIBAS-1901

martes, 20 de diciembre de 2011

Plumillas - Dibujos con diversas plumas y tintas

     Mycroft Holmes took out a sheet of paper. 
"Here it is", said he. 
"Written with a J pen on a royal cream paper by a middle-aged man with a weak constitution".
 "The Adventures of Sherlock Holmes"
Sir Arthur Conan Doyle
XXII."The Greek interpreter"
Strand Magazine p. 296. Septiembre 1893
 
J PEN - Plumilla "J"
     Llevo un tiempo intentando profundizar en esto del dibujo a plumilla. Siempre he dibujado y pintado, con lápiz, tizas, acuarelas o tinta, nunca con óleo o acrílicos. Los últimos años he ido adquiriendo plumillas hasta tener una colección más que razonable, con muchísimos modelos diferentes de fabricantes de todo el mundo y de todas las épocas. Como colección no es excepcional, entre otras cosas, porque me he ido desprendiendo de las de más valor, más raras y escasas. Prefiero las que se pueden usar. Aunque entre ellas haya dos o tres mil modelos distintos, no sabría decirlo, como tampoco podría calcular cuántas plumillas tengo. Entre 15 y 20.000. Una barbaridad. 
Dibujo hecho con pluma HUNT 103 y tinta Montblanc Burdeos
    Gracias a ello he ido probando para caligrafía y dibujo la mayor parte de ellas, cosa que no haría un buen coleccionista, pues usadas pierden su valor. Pero hacerlo así me permite hablar con un cierto conocimiento de causa acerca de cuáles me parecen más adecuadas para hacer una cosa u otra. 
Detalle del dibujo anterior, para ilustrar la diversidad de trazos obtenidos con una sola pluma
   Desde luego es un placer poder elegir entre tantas, ver que no hay dos que respondan exactamente igual, admirar hasta qué punto se puede perfeccionar una herramienta aparentemente tan sencilla. También saber que ese modelo fue usado por dibujantes o escritores de hace 120 años, o más, pues, cómo no, ellos hablaban de las plumas que utilizaban.
    Sir Arthur Conan Doyle en "El intérprete griego", pone en boca de Mycroft, hermano de Sherlock y tan sagaz como él, las frases que encabezan este artículo, deduciendo por el tipo de papel en que estaba escrita una nota, por la escritura y la plumilla utilizada (una tipo "J"), la edad y constitución física de quien la escribió. Por cierto, podemos descargarnos en el enlace que hay al final de dicha cita, los números de julio a diciembre de 1893 del "Strand Magazine", leyendo así esta narración. En el de septiembre se publicó por vez primera "El intérprete griego".
Plumilla HUNT 103. Maravillosamente afilada, suave y flexible
   De una fotografía vista en la revista MUSEUM, publicada en Barcelona en 1911, impresa por "Establecimiento Gráfico Thomas" y disponible en la Hemeroteca Nacional. El dibujo lo he hecho con plumillas Principality, Waverley y una Brause de trazo ancho, descrita anteriormente. La tinta es también Montblanc burdeos. Otra vista de el micmo Castillo de Lordá, dibujada con tinta negra Lamy y pluma Osmiroid, con tajo sketch.
 
    De una foto del Castillo de Calatrava la nueva, de las que Pepe y Carlos, dos de mis hijos, me trajeron de un viaje a Ciudad Real. Está en el cerro Alacranejo, cerca de Almagro. Se ha utilizado una sola plumilla, una Hunt 103, y dos tintas: Montblanc gris y Lamy negra. Usar dos tintas ofrece muchas posibilidades, proporcionando textura, profundidad y más posibilidades de valoración al dibujo.
    Igual se ha hecho con este otro dibujo sobre un hórreo de Quintueles, cerca de Gijón, de un viaje hace ya algunos años. La tinta negra se ha aplicado con una estilográfica Osmiroid, la gris con una Gillott Principality.
    Como el sistema me ha gustado, de una foto de Yeste, en la provincia de Albacete, acabo de hacer este dibujo con Mi Pelikán itálica que, según la posición, hace líneas de diferentes grosores, y una Osmiroid sketch. La primera con tinta gris, la segunda negra. Se muestran fotos de los dos pasos. La primera con la tinta gris, la segunda con los retoques en negro.

      Este dibujo, de la Alhambra, está hecho con tinta china negra y la plumilla Hunt 103. Pintando con ella de lado, como un pincel, hace unos trazos inconcebibles para el tamaño de la plumilla. Practicando con ella se pueden conseguir multitud de grosores y efectos.
   De un cuadro de Pradilla "Dama bordando un tapiz", hice con plumilla Gillott Principality este dibujo, que terminé con unas pinceladas de tinta china diluída.

   Jávea, tinta china y plumilla Hunt 103 sobre papel couché. Una maravilla de suavidad dibujar en este papel con una buena plumilla. Para estropear el dibujo se utilizó un pincel y tinta china en las sombras de los árboles. Diluída para el mar y el cielo.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Plumillas de dibujo. Distintas plumillas para técnicas diferentes

 
GEORGES CLAIRIN 1890
 
   Ya hemos hablado repetidas veces de las plumillas de dibujo. Las que se consideran que lo son, que para ello se han diseñado, sabemos que son las más finas y flexibles. De pequeño tamaño y capaces de trazar finas líneas que se engrosan de forma increíble al ejercer más presión mientras se dibuja o escribe. Con una de ellas podemos hacer así cosas muy distintas, pues pueden producir una enorme gama de grosores de línea, con la gracia y sutileza de esas variaciones, lo que da vida y color al dibujo.
   Hay artistas que no necesitan más. Hacen un dibujo de líneas, sugiriendo con delicadeza algunas zonas de sombra, aunque la mayor parte del papel permanece en blanco. Hay que dibujar muy bien para hacer tal cosa. No es posible ni el error ni la corrección. No hay sombra que oculte inseguridades ni disfrace  con volumen un dibujo deficiente.
EDOUARD DE BEAUMONT - La Bouillie.



EDOUARD DE BEAUMONT - L'oracle

   Mediante trazos más o menos cortos cercanos, superpuestos o trenzados, conseguimos un tramado que da volumen al dibujo creando zonas de sombras, desde grises delicados, hasta llegar al negro total. Aunque se ilustran a continuación algunas de las posibles formas de hacer ésto, mejor analizar con detenimiento los ejemplos de distintos autores que en esta entrada aparecen, elegidos para observar distintas posibilidades. La sutileza de Rico, la complejidad de Fortuny, más trabajada, las largas y finas líneas de Whistler...
    Ejemplos de tramados. De "Pen Drawing. An illustrated Treatise de Charles D. Maginnis"En el enlace a Gutenberg Project, podemos descargarlo.
 Ya vimos en una entrada anterior, comentando un libro de Pennel sobre dibujantes y grabadores, que fue en el siglo XIX cuando este arte alcanzó su máxima expresión, altura no superada. Dibujantes franceses, españoles, italianos, americanos, entre otros, lo hicieron florecer para ilustrar las revistas que, por primera vez, generalizaron el acceso a imágenes para los lectores. Vimos que Fortuny, Viergé, Rico, Casanova en España y otros como Lalanne en Francia o Whistler, americano, en Londres, de quienes ya hemos hablado, crearon obras maestras con esta técnica pictórica:
Martín Rico
CASANOVA Y ESTORACH
Fortuny
Martín Rico
WHISTLER
    Para esta forma de dibujar, como hemos dicho, es suficiente con una única plumilla, fina y flexible. Con ella se hará un dibujo delicado y preciso, se conseguirán algunos grises por superposición o cercanía de líneas y, ocasionalmente, haremos algunas líneas más gruesas y matizadas en ciertos perfiles y detalles, símplemente presionando la plumilla mientras dibujamos. En el siguiente ejemplo de Maurice Lalanne, vemos cómo se puede conseguir una obra de arte con tan pocos medios:
Ejemplos de trazos con plumilla flexible del libro de SULLIVAN.
    Para hacer algo así, las plumillas mostradas serían muy adecuadas. Es decir plumillas de las llamadas "mapping", "litographic" o "drawing", tanto las clásicas Gillott, como los modelos similares de otros muchos fabricantes: Esterbrook, Hunt, Brandauer, Brause, Hinks Wells, Heintze & Blanckertz y un largo etcétera.
   Incluso algunas plumillas diseñadas para la escritura, tienen esas mismas cualidades, pues las mejores de ellas permiten obtener esa inmensa variedad de grosores de trazo con una sola herramienta. Así la Gillott 303, la 297 o la maravillosa y buscada Principality.

SULLIVAN - De "OMAR KHAYYAM" - Dibujo realizado con plumilla Gillott 303
  Una buena plumilla para escritura copperplate, como la 303, o la Principality,  es también muy adecuada para el dibujo. No hay que pensar que sólo las más famosas y utilizadas pueden ser usadas. Hay plumillas que aún se pueden encontrar por miles y que pueden sorprender si a ellas se recurre. Desde las plumas "Sargento Mayor", "Veleda", "Tremplin" de Blanzy —y todas las exactas versiones de otros fabricantes—, hasta una infinidad de plumillas de escritura todavía fáciles de encontrar, aunque tengan 80 ó 100 años.
    La plumilla anterior, "El tiempo es oro" modelo 1958 de la serie Cervantinas, réplica de otras como "One dip pen" de Baltimore o "Lonflo" e Geo W. Hughes, de Birmingham, aunque en el mercado de las plumillas es difícil, hoy en día, decir quién fusiló el modelo a quién, es una plumilla con la punta ligeramente redondeada, suave al trazar y con cierta flexibilidad. Las curvaturas que el acero hace por debajo e la plumilla les permite almacenar mucha tinta y un dibujo normal o una carta pueden ser escritas prácticamente enteras cargando la plumilla una sola vez. Así se anunciaban, como sus nombres indican. Las he probado y es cierto.
Plumilla WAVERLEY de MacNiven & Cameron (Birmingham)
    La anterior plumilla es otro modelo de este tipo, con punta redondeada, que no rasca el papel, más fáciles de usar que las anteriores de dibujo y que produce líneas bastante más gruesas. Igual que se utilizan pinceles de distintos grosores, mechones, formas y fibras para conseguir distintos efectos o trabajar zonas de un tamaño mayor o menor, es razonable utilizar en un dibujo distintas plumillas. Aunque las finas plumillas de dibujo puedan dar una línea más gruesa por presión, cuando se busca una línea uniforme, mejor parece hacerlo con una plumilla que siempre las hace así. Forzar continuamente la plumilla para conseguir trazos gruesos lleva a producir acentos irrelevantes en la línea. Mejor usar otra. 
SULLIVAN - Dibujo realizado con plumilla WAVERLEY
   No elijo esa plumilla Waverley al azar, entre los cientos que he probado. La traigo al blog porque en muchos libros sobre dibujo a plumilla del siglo XIX, he leído que era utilizada por muchos dibujantes para complementar la gama de trazos que obtenían con una Gillott litográfica o una Brandauer 518, plumilla finísima de la que ya hemos hablado en otra entrada del blog. Es, sin embargo, una plumilla de escritura; es más, es una plumilla para ser usada por quienes tendrían problemas en usar para escribir una con punta más fina, rascadora, y proclive al roce con el papel, a la aspereza si no se está habituado y, lo que es peor, al borrón. Por eso ha sido una de las más vendidas, utilizadas y copiadas. 
BRANDAUER 518 (Birmingham)
    Salen estos ejemplos de "LINE. A study by Edmund J. Sullivan", obra de 1922 que podemos descargar en ese enlace desde la Universidad de Toronto, donde podemos encontrar y aprender más sobre ello. Antes de hablar de materiales, nos recuerda que el dibujo, no sólo fue anterior a la escritura, sino que, con seguridad, fue la primera de las artes practicada de una forma consciente y deliberada. 
Del libro citado. Dibujo realizado con plumilla WAVERLEY y GILLOTT 303
    Después de repasar distintos medios para el dibujo, comenzando por el carboncillo, pasa a hablar con añoranza por las barras y lápices de grafito de Cumberland, que sólo de oídas conocían ya sus coetáneos. Siempre agrada leer o escuchar el aprecio y el amor de alguien hacia los materiales que usa. El hallazgo de una gruesa de estos lápices de un grafito que se cortaba como el queso, ya rarísimos entonces, en una vieja librería. "Era una delicia usarlos y una alegría poder regalar uno de ellos a alguien capaz de apreciarlos", nos cuenta. Al llegar a las plumillas, habla de la conveniencia de utilizar varias, según las necesidades, incluso en un mismo dibujo, para reunir en una obra las distintas posibilidades gráficas que cada una de ellas ofrece, cosa que ilustra con ejemplos como los mostrados anteriormente.
   La técnica de la plumilla renuncia a muchos recursos de los que otras modalidades de pintura o dibujo disponen. Tenemos líneas, renunciamos a las medias tintas, al color, pero mediante sugerencias y no pocas convenciones debemos obtener sombras y planos en nuestra composición, resaltar aquello que es fundamental en la obra, ejando en un lugar secundario lo accesorio. Pone Sullivan ejemplos de cómo hacerlo:
 Fuerte y débil. Mientras se han resaltado las zonas accesorias, queda lo esencial sólo sugerido.
  Falta de unidad.
Sugerido lo esencial y excesivamente detallado lo accesorio.
  El ambiente y el carácter de los elementos conseguidos
por simple sugerencia

Mayor gama tonal, con más materia, alcanzando una mayor solidez   
   Añado yo, como ejemplo, algunas otras posibilidades, como las que ofrecen las plumillas caligráficas de punta plana, usadas para letras itálica, gótica y similares. El ejemplo anterior muestra qué tipo de líneas se obtienen con ella. Puede considerarse la posibilidad de su uso para algunos elementos del dibujo.
   La plumilla anterior, una Brause, tiene una punta similar al dorso de una cucharilla. Hace gruesos trazos muy suaves que, cuando la tinta se va acabando, o se ha doluído con agua, ofrece unas posibilides dignas de ser tenidas en cuenta. Muestro un dibujo realizado utilizando Gillott Principality, Waverley y esta plumilla Brause. La tinta usada es Montblac Burdeos. Huelga decir que el dibujo es mio, no de Rico ni Lalanne, pero como ejemplo sirve.